La Torre Eiffel ha cerrado este martes por segundo día consecutivo por una huelga del personal de la SETE, la empresa concesionaria, destinada a denunciar la mala gestión financiera del monumento.
La búsqueda de un “modelo económico viable y realista” fue el motivo alegado por los dos sindicatos del personal del monumento Confederación General del Trabajo (CGT) y Fuerza Obrera (FO) cuando hace una semana presentaron el preaviso de huelga.
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Entre sus reivindicaciones se quejaron de un presupuesto insuficiente para la gestión y el mantenimiento de la Torre Eiffel, así como una estimación de los ingresos previstos exagerada, puesto que se basa en una hipótesis de 7,4 millones de visitas anuales, que no se ha conseguido nunca.
La crisis de la covid, según las centrales, generó un mayor desequilibrio entre ingresos y gastos, provocado por unas pérdidas de 120 millones de euros en 2020 y 2021 ante la falta de turistas.
Los sindicatos han criticado al Ayuntamiento de París, accionista al 99 % de la SETE, por no querer sentarse a negociar.
La concesionaria, que emplea a cerca de 360 personas, afronta este paro en un momento en el que renegocia los parámetros financieros con el consistorio del que ha recibido 60 millones de euros para reforzar su capital y se prevé un aumento del 20 % en el precio de las entradas.
Los sindicatos esperan que se encuentre una solución antes de los Juegos Olímpicos.
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