El viernes de la semana pasada, el canciller italiano Luigi Di Maio se reunió con Antonio Guterres, secretario general de la ONU, y le entregó un plan para resolver la guerra entre Rusia y Ucrania. En total son cuatro pasos que parten de la premisa de que Kiev es la víctima, y que busca, “lo antes posible”, un final al fuego cruzado.
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Sin embargo, ante los ojos del analista internacional Francesco Tucci, la propuesta no toma en cuenta la realidad y bien podría pecar de miope. La situación es clara para el especialista: “Por ahora las fuerzas militares de ambos países no se han desgastado hasta el punto de favorecer una solución como la que propone Italia”.
“Al contrario, tanto Ucrania como Rusia creen que pueden lograr una mejor posición antes de empezar una negociación seria y profunda. Por eso creo que estamos frente a una guerra de desgaste y, actualmente, no veo factible el plan de paz”.
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Kiev y Moscú reaccionaron de manera positiva al recibir el documento, aunque las partes deslizaron sus falencias diplomáticamente.
“Las propuestas relevantes están siendo estudiadas”, declaró el canciller ucraniano Oleg Nikolenko. Andréi Rudenko, viceministro de Exteriores ruso, sostuvo que ya revisaban la propuesta, pero que el “congelamiento” de las negociaciones no era su culpa.
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¿Qué dice el plan?
El documento entregado por Italia no ha sido publicado, aunque la agencia AFP señala que el medio “La Repubblica” informó que este se sustenta en cuatro etapas. La primera es el alto al fuego y la desmilitarización de las zonas en guerra “bajo la supervisión” de las Naciones Unidas, lo que para Tucci es un objetivo poco probable de conseguir. “Hay que recordar que el presidente Volodymyr Zelensky ha dicho que el alto al fuego es solo posible si los rusos se retiran del territorio ucraniano”.
El segundo punto es la adhesión de Ucrania a la Unión Europea, mas no a la OTAN. “Es un asunto controvertido porque se olvidan que en el Tratado de Lisboa, la última encarnación de los acuerdos de la UE, figura el artículo 42.7″.
Según dicha cláusula, recuerda Tucci, en caso de que un país de la unión sea objeto de un ataque armado en su territorio, “los otros del bloque prestarán ayuda y asistencia por todos los medios que dispongan, de conformidad a lo dispuesto en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas”. Seguramente Putin rechazará la idea.
No es lo único a tener en consideración. Clément Beaune, ministro francés delegado para Asuntos Europeos, recientemente declaró que sumar a Ucrania dentro de la Unión Europea “tardará probablemente 15 o 20 años”.
El tercer asunto que plantea Italia es un acuerdo bilateral sobre el estatus de Crimea y el Donbás: si bien tendrían autonomía y derecho a garantizar su propia seguridad, no dejarían de ser parte de Ucrania. “Pero Rusia ya conquistó y anexó Crimea y ahora ya tiene el control de Donbás, por lo que seguramente no querrá tratar el tema”, agrega Tucci.
Finalmente, la cuarta etapa consiste en un acuerdo multilateral de paz y seguridad en el Viejo Continente, “lo que incluye el desarme, control de armas y prevención de conflictos”. Tucci evalúa: “Vladimir Putin busca un acuerdo de ese tipo desde hace más de una década, por lo que me parece fuera de tiempo. Veo difícil que se concrete”.
“En general, el plan no me parece tan consistente. Tiene buenas intenciones, plantea las ganas de negociar, pero la situación en el campo de batalla es distinta”.
“Los rusos están avanzando en Ucrania. Difícilmente van a ceder ahora y se van a sentar en la mesa de negociaciones porque pueden lograr un mínimo objetivo militar”, sentencia el especialista.
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