La ministra británica de Asuntos Exteriores, Liz Truss, favorita a suceder al jefe del Ejecutivo, Boris Johnson, ha prometido que impulsará el sistema de defensa del Reino Unido si llega al poder y alertó de que “la era de la complacencia ha terminado”.
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En un comunicado, la titular del Foreign Office, que compite con el exresponsable de Economía del país, Rishi Sunak, por el liderazgo del Partido Conservador, ya se había comprometido en su campaña a impulsar el gasto en defensa nacional hasta un 3% del Producto Interior Bruto (PIB) para 2030.
Ahora Truss ha fijado sus objetivos en “proteger al Reino Unido”, para lo que está dispuesta a renovar el sistema de disuasión nuclear británico “Trident”, que considera “el máximo garante” de la “soberanía” británica, y a reforzar el apoyo a los servicios de inteligencia del país.
La aspirante a líder “tory” ha dicho que su “prioridad número uno” como jefa del Ejecutivo será mantener “seguro” al país.
“Pensábamos que la paz y la estabilidad eran inevitables, pero no lo son. La era de la complacencia se ha terminado”, afirmó la ministra en una nota.
Truss observó que “vivimos en un mundo cada vez más peligroso y la seguridad está bajo mayor amenaza que lo ha estado en décadas”.
“Necesitamos asegurarnos de que el Reino Unido tiene los mecanismos disuasorios que necesita para liderar los esfuerzos globales para erradicar la agresión de Rusia y otros regímenes autoritarios”, apuntó.
Según la ministra de Exteriores, este país debe estar a la altura de un “momento de libertad y seguridad que definirá a toda una generación”.
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