Advierten que sucesión de Abas podría colapsar a la Autoridad Palestina

La futura batalla por la sucesión del presidente palestino, Mahmud Abas, podría generar “protestas masivas, represión” y el colapso de la Autoridad Palestina, advirtió el miércoles el International Crisis Group (ICG).

El centro de estudios divulgó su pronóstico un día después de que Abas, de 87 años, se reunió en Ramala con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, quien visitó la región para pedir calma ante la creciente violencia entre Israel y los palestinos.

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Dada la edad de Abas y los rumores sobre su delicada salud, abunda la especulación sobre su sucesor en Cisjordania ocupada, donde tiene sede la Autoridad Palestina (AP).

ICG, con sede en Bruselas, anticipó en un informe que “elecciones basadas en procedimientos legales” serían el escenario “menos probable” cuando Abas deje la presidencia.

Abas lidera la AP, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y el Fatá, el movimiento político fundado por el fallecido líder Yasser Arafat.

Abas fue elegido tras la muerte de Arafat en 2004 y desde entonces los palestinos no han sostenido elecciones presidenciales.

Según el ICG, Abas ha “vaciado o inutilizado las instituciones y procedimientos que, de otro modo, decidirían quién ocupará su lugar”.

Por ello resulta “poco claro quién lo sucederá y mediante cuál proceso”, indicó el centro de estudios, que advirtió de posibles “protestas masivas, represión, violencia e incluso el colapso de la AP”.

Abas ha cancelado repetidamente planes de celebrar elecciones presidenciales, como lo hizo en 2021 al citar la negativa de Israel de permitir la votación en Jerusalén Este, que los palestinos consideran su futura capital.

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Aunque no ha nombrado un sucesor, Abas ha elevado a su ministro de Asuntos Civiles, Hussein al-Sheikh, designado para ocupar el puesto número dos de la OLP.

El informe del ICG cita a Sheikh y al jefe de inteligencia de la AP, Majid Faraj, como posibles sucesores.

Los dos hombres tienen amplios poderes en la AP y se les considera capaces de trabajar con la comunidad internacional, pero el informe advierte que “ninguno ha podido generar mayor apoyo entre la sociedad palestina”.