En el programa de la convención LH Global Business, aparecía un nombre que la mayoría de asistentes –casi todos asiáticos– quizás nunca antes haya visto en su vida: Chinchero. El evento, realizado en Seúl (Corea del Sur) el pasado 10 de diciembre, tenía como temática principal la reconstrucción y cooperación en desarrollo urbano y de viviendas en la era pospandemia. Y allí figuraba el proyecto aeroportuario del Cusco como una oportunidad a futuro.
Durante 20 minutos, un representante de la oficina surcoreana de gestión de proyectos (PMO) del aeropuerto internacional de Chinchero (AICC) presentó a la audiencia la planificación de los trabajos que se realizarán al 2024 en la zona, a fin de construir el terminal aéreo, la pista de aterrizaje y el resto de la infraestructura necesaria para recibir a 6 millones de pasajeros anuales desde el 2025. Una obra por la que el Estado Peruano aún no responde a la Unesco sobre una posible afectación al patrimonio arqueológico.
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Planificación al 2025
El Comercio accedió a la presentación que realizó Kyo Keun Kwon, director ejecutivo de Dohwa Engineering, durante la convención. Esta es una de las cuatro empresas que conforman el consorcio de Corea del Sur a cargo de la PMO de Chinchero, una oficina que –desde noviembre del 2019 y luego de firmar un contrato de Gobierno a Gobierno– brinda asistencia técnica al Perú para la construcción y puesta en funcionamiento del aeropuerto.
A través de unas diapositivas, el surcoreano mostró el diseño preliminar del AICC y recordó que se construirá en un terreno de 446 hectáreas (con una pista de aterrizaje de 4.000 metros de longitud y 13 posiciones de estacionamiento para aeronaves). También explicó que en enero del 2021 debían culminar las fases 1 y 2 del proyecto, que involucran la revisión del estudio definitivo de ingeniería (EDI) y su conversión en expediente técnico para la licitación, así como la gestión de las licitaciones para la ejecución y supervisión de las obras.
Sin embargo, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) confirmó a este Diario que el cronograma se había modificado. La etapa 1 de obras preliminares, que comprende el movimiento de tierras en el 90% del área del proyecto, se iniciará en febrero; mientras que la etapa 2, correspondiente a las obras principales (construcción del terminal aéreo y pista de aterrizaje) empezará en junio próximo.
El MTC explicó que, a la fecha, la PMO no ha publicado la adjudicación del postor para el movimiento de tierras, aunque “la firma del contrato está prevista para enero del 2021”. “[Sobre el] valor referencial de la obra, este asciende aproximadamente a US$145 millones, sin incluir IGV”, informaron.
De acuerdo con fuentes de este Diario, participaron seis postores en este proceso de licitación: FCC S.A.; China Harbour Engineering Company Ltd. (CHEC); CRCC Perú; MOTA Engenharia e Construcao S.A.; Constructora Santa Fe Ltda; y Consorcio Chinchero (Hyundai Engineering y HV Contratistas).
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Respecto a las obras principales que empiezan en junio, el sector precisó que tiene “una lista corta” de postores como parte de la etapa de precalificación, “quienes en febrero presentarán su propuesta técnico-económica”. Según Dohwa, los trabajos se extenderán hasta setiembre del 2024 (fin de la fase 3) y luego el aeropuerto se pondrá en funcionamiento hacia junio del 2025 (fase 4).
Esta sería la planificación vigente del proyecto en Chinchero:
Fases | Descripción | Inicio | Fin |
---|---|---|---|
1 y 2 | Revisión del estudio definitivo de ingeniería (EDI) y conversión en expediente técnico para la licitación / Gestión de las licitaciones para la ejecución y supervisión de las obras | Noviembre 2019 | Enero 2021 |
3 | Ejecución del proyecto integral y asistencia para la administración del contrato de obra (seguimiento y monitoreo) | Febrero 2021 | Setiembre 2024 |
4 | Puesta en funcionamiento del aeropuerto | Octubre 2024 | Junio 2025 |
Sin EIP culminado
En julio del 2018, la Unesco envió una carta al Gobierno Peruano para solicitar el estudio de impacto patrimonial (EIP) del proyecto en Chinchero donde se establecían los posibles daños que ocasionaría el futuro aeropuerto en tres bienes listados como patrimonio mundial: el Santuario Histórico de Machu Picchu, el Qhapaq Ñan (sistema vial andino) y la ciudad de Cusco. El plazo de entrega vencía en agosto de ese año, pero el Ministerio de Cultura (Mincul) les respondió en setiembre que requería una prórroga para elaborar un “amplio estudio”; también adelantó que mediante los proyectos de evaluación arqueológica (PEA) y de monitoreo permanente (PMA) “no se hallaron evidencias culturales” en el terreno.
Después de dos años de silencios y contradicciones del entonces Gobierno de Martín Vizcarra, en febrero del 2020 El Comercio tuvo acceso a los dos EIP que encargó el MTC para medir la posible afectación en Machu Picchu y el Qhapaq Ñan. Entre ambos documentos se contabilizaron hasta 60 impactos identificados sobre los dos sitios arqueológicos; de ese total, 39 fueron calificados como negativos, es decir, el 65% generaría algún tipo de afectación al patrimonio. En el caso de la ciudadela inca, se determinó que podría darse un “desgaste acelerado” de los pisos de tierra, así como el “deterioro de la superficie lítica” por acción de los visitantes y turistas que llegarían gracias al aeropuerto.
Tras ello, el sector Transportes anunció que había enviado los dos EIP al Mincul para su análisis y evaluación. Además, explicó que ya coordinaba con el Mincul y la PMO para elaborar unos términos de referencia (TDR), a fin de contratar a “los expertos internacionales que estarán a cargo del desarrollo” de un EIP concluyente que debía ser remitido a la Unesco. Se tenía previsto que los TDR estén listos en marzo del 2020, pero con la llegada de la pandemia no hubo avances.
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Consultado sobre el EIP definitivo que debía ser enviado a la Unesco, el MTC dijo que este documento ya fue encargado a la PMO en diciembre último por un monto de US$780.000, aunque no precisaron cuándo lo concluirán y remitirán. Cuando se le preguntó al ministerio por qué se licitaban obras en Chinchero sin tener los resultados del EIP ni el visto bueno de la Unesco, no hubo respuesta.
Posturas sobre la obra
José Hayakawa, presidente de Icomos Perú, consideró que iniciar cualquier obra en Chinchero, cuando el EIP todavía no se ha puesto a consideración de la Unesco, “es un sinsentido” y “una decisión sin sustento técnico”. “Para este proyecto es necesaria una mirada del patrimonio no solo como vestigios, sino también del entorno natural, del paisaje cultural. Cualquier intervención vinculada al AICC tiene un impacto directo o indirecto en Machu Picchu, el Qhapaq Ñan y la ciudad de Cusco debido a que alienta la llegada de más personas. Por eso se requiere un estudio detallado, que hoy no existe”, dijo.
Para el alcalde distrital de Chinchero, Héctor Cusicuna, el proyecto aeroportuario es un anhelo de su pueblo que debe ser concretado por el Gobierno de Francisco Sagasti y el entrante, ya que representa una posibilidad de desarrollo. Agregó que las comunidades campesinas de su jurisdicción han renovado sus directivas, y estas han reafirmado su compromiso de apoyar la construcción del AICC.
“Nos reunimos con la PMO surcoreana en los primeros días de diciembre. También participaron representantes del MTC, el Minedu y Vivienda. Nos han indicado que se concretará un anillo vial alrededor del aeropuerto gracias a Provías Nacional y Descentralizado; mientras que hay propuestas para mejorar la infraestructura educativa con Pronied, así como el saneamiento del centro poblado. No sabemos en qué va lo del EIP, pero la licitación del movimiento de tierras está por concluir. Nos han dicho que los dos postores finalistas son RCC y Hyundai [del Consorcio Chinchero]”, explicó Cusicuna.