A finales de junio, se conoció el primer caso de la viruela del mono en el Perú. Dos meses después, se han confirmado más de 1300 casos. A pesar de ello, entre los médicos hay varias preguntas por resolver con respecto a la enfermedad. Al igual que ocurrió con el COVID-19, algunos aspectos del virus –como sus posibles formas de transmisión y la inmunidad que confiere– continúan en estudios.
La diferencia con el coronavirus es que la viruela símica no es nueva. ¿Por qué no se conoce lo suficiente? Juan Villena, médico infectólogo y director del departamento de Medicina de la Universidad Nacional de San Marcos, atribuye la falta de información sobre el virus al hecho de que nunca antes se había esparcido fuera del continente africano.
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“No se ha investigado lo suficiente porque es una enfermedad que ha existido únicamente en África, donde están los marginados del planeta. Lamentablemente, recién cuando llega a Estados Unidos y a Europa todo el mundo para la oreja. Eso explica, en gran parte, la ignorancia que existe entre los científicos sobre las características de la enfermedad”, señala.
Lo que se sabe: fases, síntomas y formas de contagio
El periodo de incubación –aquel que comprende desde que se contrae el virus hasta que se desarrollan los síntomas– de la viruela del mono toma, en promedio, de 5 a 7 días. Sin embargo, existen casos en los que el virus se ha tardado hasta 21 días en incubar. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), durante esta etapa la enfermedad no es contagiosa.
Luego del periodo de incubación aparecen los síntomas. Posiblemente, las erupciones en la piel son el primer signo que se le viene a uno a la mente cuando piensa en la viruela símica. Este, sin embargo, no aparece durante los primeros días de la enfermedad: la primera fase de síntomas de la viruela del mono incluye dolor de cabeza, dolor de espalda, fiebre, falta de energía e inflamación de los ganglios linfáticos.
Las erupciones en la piel aparecen aproximadamente cinco días más tarde. La OMS, sin embargo, advierte que una persona puede contagiar la enfermedad desde que aparecen los síntomas anteriores.
Raúl Urquizo, decano del Colegio Médico del Perú, explica que la sintomatología puede variar ligeramente dependiendo del contexto, y que aún no se conoce cuál es el síntoma más común de quienes contraen la enfermedad en el Perú.
“A diferencia del COVID-19, en el que ya sabemos que los síntomas característicos eran la fiebre o la pérdida del olfato y gusto, todavía no hay ninguna publicación científica local que nos diga cuál es el signo más característico (de la viruela del mono) en el Perú”, indica.
Por su parte, Villena indica que lo que se está viendo en los pacientes infectados con el virus es que este suele hacer 3 o 4 días de fiebre, además de presentar dolor de espalda e inflamación de los ganglios.
Carlos Augusto Marina, de 33 años, trabajaba como personal de confianza en la Comisión Especial Multipartidaria de Protección a la Infancia del Congreso. El pasado julio, contrajo la viruela del mono. Según relató a El Comercio, su primer síntoma fue un episodio de escalofríos. Dos días más tarde, apareció la primera erupción en su piel.
Tras dar positivo al virus, se le indicó guardar aislamiento por 21 días. Durante la enfermedad, Marina señala que tuvo fatiga, adormecimiento muscular y mareos. En total, tuvo quince brotes en la piel. El joven asegura que, luego de un mes después de haber sido dado de alta, continúa “con un tema de cansancio físico”.
Según las autoridades sanitarias, la viruela símica puede contraerse por contacto directo –ello incluye, evidentemente, el contacto sexual– con una persona infectada. Asimismo, uno puede contagiarse al tocar objetos, prendas o superficies previamente utilizadas por alguien que tiene la enfermedad. También puede ser transmitido por contacto cara a cara prolongado.
Pero la viruela del mono no se transmite únicamente de persona a persona. Uno, también, puede infectarse por tener contacto con animales infectados con el virus. Por ello, se recomienda cocinar bien las carnes animales antes de comerlas.
Por otro lado, aún continúan en estudios otras formas posibles de transmisión. Por ejemplo, no se conoce aún si el virus puede transmitirse a través del aire, o mediante otros líquidos corporales, como el semen, líquidos vaginales, la sangre o la leche materna.
Otros aspectos que aún no se conocen a ciencia cierta son si las personas asintomáticas pueden contagiar y cuánto tiempo de inmunidad tiene una persona luego de tener la infección.
“Nuestra comprensión actual de cuánto tiempo dura la inmunidad después de la infección por viruela símica es limitada. Todavía no tenemos claro si la infección previa por viruela símica confiere inmunidad contra futuras infecciones y, si es así, durante cuánto tiempo. Incluso si ha tenido viruela símica en el pasado, debe hacer todo lo posible para evitar volver a infectarse”, ha advertido la OMS.
A diferencia del COVID-19, la viruela símica tiene una tasa de mortalidad mínima. De hecho, hasta el momento solo se ha reportado la muerte de un paciente infectado con el virus. Sin embargo, no se ha confirmado si el deceso se debió directamente a la enfermedad, pues había abandonado un tratamiento de VIH.
Las posibles complicaciones de la enfermedad –como la neumonía, confusión, problemas oculares e infecciones cutáneas secundarias– se presentan principalmente en las poblaciones de riesgo, que son los recién nacidos, niños, mujeres gestantes y personas inmunodeprimidas.
¿Qué hacer si tengo el virus?
Según la norma técnica de salud para la prevención y manejo de los pacientes afectados por la viruela del mono del Ministerio de Salud (Minsa), las personas infectadas con la viruela símica deben aislarse por 21 días contados desde la fecha en que empezaron los síntomas, o hasta que las costras desaparezcan.
Asimismo, se recomienda, en la medida de lo posible, utilizar un baño distinto que el resto de personas del hogar, o desinfectarlo después de usarlo. Del mismo modo, se deben desinfectar las superficies luego de tocarlas. El infectado, por último, debe usar utensilios, toallas y ropa de cama separados.
Hasta el momento, no existe tratamiento para la viruela del mono. Por lo general, los síntomas del virus desaparecen solos y no necesitan medicación alguna. Sin embargo, pueden usarse analgésicos para aliviar el dolor y antipiréticos para la fiebre, por recomendación del médico. Al respecto, el decano del Colegio Médico del Perú hizo un llamado a que las personas infectadas eviten la automedicación.
Viruela símica, relaciones sexuales y población LGTBI
Una de las grandes desinformaciones en torno a la viruela del mono tiene que ver con los mitos que relacionan la enfermedad con el sexo y, específicamente, la población homosexual. Ocurre que, en este brote particular, la mayoría de casos reportados corresponden a hombres homosexuales que, recientemente, han tenido relaciones con una o más parejas nuevas.
Según la OMS, una explicación para ello es que la enfermedad se parece a otras infecciones como el herpes y la sífilis, por lo cual muchos casos han sido detectados en hombres que acudieron a consultorios de salud sexual.
Ello, sin embargo, no significa que el virus afecta únicamente a hombres homosexuales. En efecto, la OMS ha sido enfática en que la enfermedad puede ser contraída por cualquier persona, y que estigmatizar a poblaciones específicas puede socavar los esfuerzos para controlarla.
“Hemos visto mensajes en los que se estigmatiza a ciertos grupos de personas en torno a este brote de viruela símica. Queremos dejar muy claro que esto no es correcto. En primer lugar, cualquier persona que tenga contacto físico directo de cualquier tipo con alguien que tenga viruela símica corre el riesgo de contraerla, independientemente de quiénes sean, qué hagan, con quién tengan relaciones sexuales o cualquier otro factor. En segundo lugar, es inaceptable estigmatizar a las personas a causa de una enfermedad. Es probable que la estigmatización empeore las cosas y nos impida poner fin a este brote lo más rápido posible (…)”, señala la organización en su portal web.
En ese sentido, el decano del Colegio Médico del Perú advierte que, pese a que el virus se transmite fácilmente a través de las relaciones sexuales –debido al contacto directo con la piel de una persona infectada–, esta no está calificada como una enfermedad de transmisión sexual.
“No es una enfermedad de transmisión sexual, a pesar de que se puede transmitir en el acto sexual. Ello ocurre porque, al estar desnudos, el contacto es directo. Entonces, las personas tienen la responsabilidad de no tener relaciones si es que tienen sospechas de tener el virus”, sostiene.
“Hasta el día de hoy estamos con la duda de si el semen puede transmitir el virus”, añade Villena.
A pesar de los llamados de la OMS a no generar estigmas en torno a los portadores del virus, en el Perú podrían haberse presentado casos de discriminación a pacientes de la viruela símica. Uno de ellos sería el de Carlos Augusto Marina, quien denuncia que, a pesar de presentar la constancia de alta del Minsa, no fue aceptado de vuelta en su trabajo en el Congreso de la República.
“Al día siguiente de cumplir los 21 días de aislamiento, llego a la oficina y me encuentro con la sorpresa de que me dan la carta (en la que se le informó que no se le había renovado la confianza)”, relata Marina.
Según Marina, este trabajó durante los 21 días de aislamiento de manera remota, a pesar de contar con descanso médico dado por el Minsa.
El extrabajador del Legislativo, además, relata que una de sus excompañeras de trabajo en la comisión congresal lo acusó de promiscuo por haber contraido el virus.
Marina asegura que, desde entonces, ha intentado sin éxito comunicarse con la parlamentaria Magaly Ruiz (Alianza Para el Progreso), presidenta de la Comisión Especial Multipartidaria de Protección a la Infancia del Congreso en la que laboraba.
“Me he tratado de comunicar innumerables veces con ella y simplemente no responde el celular, no me ha dado la cara ni ninguna explicación”, cuenta.
Con respecto a la denuncia de Marina, desde el despacho de la congresista Ruiz se negó que Marina haya sido retirado del cargo por haber estado infectado con la viruela del mono. Según señalaron a El Comercio, el cese del trabajador se debió a “ajustes en la conformación del personal” con el cambio de legislatura.
En relación a los mitos y desinformaciones en torno al virus, Villena hizo un llamado a que las autoridades de salud emitan “información mucho más clara para que se entienda que esta no es una enfermedad de homosexuales”.
En la misma línea, Urquizo exhortó al Ministerio de Salud a informar de manera “clara y precisa” sobre el virus, para evitar que se generen alarmas.
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