El pasado 15 de junio, se realizó un operativo en diferentes ciudades de Junín donde se capturó a la mayoría de los miembros de una presunta mafia que entregaba licencias de conducir a cambio de coimas. Esta es la historia de cómo se desmontó a esta organización que operaba en la Dirección Regional de Transportes y Comunicaciones y las conexiones que tenía con el partido Perú Libre.
Era el 4 de enero del 2021, poco después del mediodía. Arturo Cárdenas Tovar, secretario de Organización Nacional de Perú Libre, llamó al celular personal de Waldys Vilcapoma Manrique, quien candidateaba al Congreso por Pasco en representación de su partido y también estaba a cargo de la sede en Satipo de la Dirección Regional de Transportes y Comunicaciones (DRTC) de Junín. Tenía algo urgente qué decirle.
Cárdenas, por entonces, estaba enfocado en la campaña presidencial que Perú Libre había iniciado unos días atrás y con mayor razón porque era parte de la delegación que acompañaría al candidato Pedro Castillo en las diferentes visitas que iba a realizar al interior del país. El diálogo que tuvo con Vilcapoma fue el siguiente:
Arturo Cárdenas (AC): Oye camarada, va a entrar uno nomás por día, por favor.
Waldys Vilcapoma (WV): Aló, Arturo, dime…
AC: Va a entrar (uno) pues, camarada.
WV: ¿Quién va a entrar? Escucha, pues, chicho, ¿ya hablaste con el director? Está que pide.
AC: Sí, sí. Ya he conversado. Un favor…
WV: ¿Con él o con quién?
WV: Sí, sí, porque voy a moverme, hermano. Voy a ir a Ayacucho, Huancavelica. Voy a estar en Cajamarca, hermano. Ahorita tú sabes que no tengo chamba.
WV: Así dile pe a ese huevón (para) que no joda.
AC: Le dije. Ya le he dicho que estoy viajando, hermano, porque si no, ¿con qué me muevo? Voy a estar también en Cusco, hermano, el 18 y el 19. Un favor, ya. Uno nomas.
WV: Ya, por eso. Ya se le ha dicho.
AC: Sí. Sí. Uno nomas. Uno nomás diario, por favor.
WC: Ya.
AC: Ya. Listo.
Cárdenas no lo sabía pero aquella conversación era una de los tantas que estaban siendo escuchadas por la policía. Los agentes de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac) venían siguiendo sus pasos desde el año pasado y sabían perfectamente a qué se refería cuando le decía a Vilcapoma “va a entrar uno nomás”.
“Uno nomás” era un cliente, un usuario, una persona cualquiera que se acercaba a la DRTC para tramitar su licencia de conducir pero sin seguir el procedimiento regular. Se trataba, más bien, del soborno que pagaban para pasar las evaluaciones sin darlas. El monto dependía del servicio recibido: entre 500 a 800 soles si solo te ayudaban en una prueba y entre 1.500 a 2000 soles si era por todo: exámen médico, reglamento y manejo. El dinero se repartía entre los actores que participaban. Pero esa vez, de acuerdo a las investigaciones, Cárdenas dio la orden que la cuota que pagara un postulante, de los varios que acudían en el día para sacar brevete, vaya directamente a su bolsillo.
Desde el 2019, la Diviac investiga una presunta organización criminal enquistada en la DRTC, tanto en su sede de Huancayo como la de Satipo. El caso se abrió luego de constantes denuncias de los vecinos y de la prensa local que decían de que allí, a cambio de coimas, te entregaban tu permiso de conducir sin mayor esfuerzo. Lo único que tenías que hacer era contactarte con alguno de los integrantes de esta red conformada por jaladores, representantes de las escuelas de manejo y centros médicos, empleados de la DRTC y dirigentes de Perú Libre. La policía los apodó “Los Dinámicos del Centro”.
La investigación tuvo como base el testimonio de una agente especial. Una civil que conocía cómo era el negocio por dentro y aceptó a colaborar. Ella les contó cómo era el circuito. Este empezaba con los jaladores que pululan en las inmediaciones de la DRTC y que al verte como posible cliente, te abordaban y te decían los pasos que debías seguir según el procedimiento regular. Luego, en confianza, te comentaban que existía una segunda opción más directa para sacar el permiso pero que implicaba el pago a un contacto que tenían dentro. Si aceptabas, ellos se encargarían del resto.
Primero te entregan un certificado médico sin haber sido evaluado. Después, se aseguran de que apruebes el examen de reglas. Para eludir las cámaras de seguridad, los evaluadores cómplices se acercaban a tu silla y te daban una palmada en el hombro por 35 de las 40 preguntas que tenías que resolver (cantidad suficiente para aprobar). Si la respuesta es “A”, entonces te daban un ligero golpe en la espalda. Si es “B”, dos. Si es “C”, tres. Y así sucesivamente. Aunque la agente especial también habló acerca que en ocasiones un técnico de la DRTC intervenía directamente tu computadora asignada, a través del programa “TeamViewer”, y llenaba el formulario por ti.
Por último estaba la prueba de manejo. Para evitar suspicacias, “Los Dinámicos del Centro” desaprobaban a sus clientes que no sabían conducir. Sin embargo, luego ingresaban al sistema una calificación diferente. Por ejemplo, el personal de la Diviac constató que el 5, 6 y 7 de noviembre del 2019 aprobaron la prueba 7,8 y 7 personas, respectivamente, de un total de 72, 72 y 74 postulantes que se presentaron en esos días. Pero después apareció que, en realidad, aprobaron 39 el 5 de noviembre, 34 el 6 y 29 el 7.
Posterior al testimonio de la agente especial, y ya con la fiscal anticorrupción Bonnie Bautista como responsable del caso, se utilizaron también otras técnicas especiales de investigación como las interceptaciones telefónicas, el seguimiento y la videovigilancia. Al poco tiempo, se infiltró a un agente de inteligencia para que confirme todo el circuito descrito.
La red había sido descubierta. Se identificó al menos sesenta beneficiados con los brevetes ilegales y se sospechaba de otras cien personas más. Sin embargo, la aparición de un nombre en las escuchas telefónicas abrió una nueva línea de investigación. Por entonces, el caso se centraba en jaladores, tramitadores y uno que otro empleado de la DRTC. No obstante, las conversaciones involucraron a funcionarios de más alto rango.
El 18 de febrero del 2020, pasadas las 6 de la tarde, Mamerto Tomas Cristóbal, un trabajador de la DRTC y miembro “Los Dinámicos del Centro”, llamó preocupado a su colega Pablo Ayala Cárdenas. Este fue el diálogo que tuvieron:
Mamerto Tomás Cristóbal (MTC): No hay apoyo (actos de favorecimiento), dicen. Hay apoyo con los de afuera nomas pe. Nada más. Nosotros no podemos decir nada porque son gente del partido (Perú Libre) pues.
Pablo Ayala Cárdenas (PAC): Oe, ¿y Marina?
MTC: Ahí está. Sigue como personal pues.
PAC: Pero a mí me han contado, mira, extraoficialmente, que el director le ha dado toda la responsabilidad a Marina para que maneje todo lo que es licencia, hermano. En Huancayo. Exámenes.
MTC: Seguro.
PAC: Porque, pucha, Marina dice que ha cambiado a todos los empleados, si no todos son contratados. Dice que están en el internet, en la maquina toditito dicen que los ha sacado y con eso está trabajando que da miedo la Marina.
La Marina a la que hacen referencia es Marina Asunción Vasquez López, jefa de personal de la DRTC y a cargo de la Secretaría de Organización Oriente en Perú Libre. La funcionaria fue incluida en la investigación y sus comunicaciones también comenzaron a ser escuchadas. Fue a través de ella que se llegó a Waldys Vilcapoma Manrique, y de él a su vez a Arturo Cárdenas Tovar. Pero sus llamadas también llevaron a José Eduardo Bendezu Gutarra, fundador y secretario nacional de prensa de Perú Libre, quien, además, tuvo una participación activa en la campaña de Pedro Castillo.
Bendezú Gutarra fue nombrado en abril del 2019, pese a que no cumplía con el perfil de acuerdo a la Contraloría, director de la DRTC por el entonces gobernador regional de Junín, Vladimir Cerrón. Bendezú estuvo en el cargo hasta junio del año pasado, luego fue reemplazado por Eduardo Reyes Salguerán, incluido en la investigación pues también tiene diálogos donde solicitaría brevetes ilegales para sus allegados.
Durante agosto y octubre del año pasado, las conversaciones entre Bendezú y Marina Vasquez fueron escuchadas por la Diviac y se comprobó que existía una relación de subordinación por parte de esta última. En algunas de esas llamadas, Bendezú le pregunta sobre puestos de trabajo en la DRTC a lo que ella le entrega no solo lo solicitado, sino también datos confidenciales como las preguntas que se iban a hacer en los procesos de selección.
Ocurrió lo mismo con Arturo Cárdenas Tovar. Sus conversaciones con Vásquez iban más allá de conseguir licencias de conducir por lo bajo. En agosto del 2020, ambos acordaron por teléfono cesar los contratos de dos trabajadores CAS en la DRTC con el propósito de favorecer al militante de Perú Libre Miguel Rivera Mauricio. Cárdenas también registra otras llamadas con terceros no identificados donde demuestra sus influencias para conseguir puestos de trabajo en el Gobierno Regional de Junín: “Mándame tus datos y en qué están para que continúes”, “dame tus datos por WhatsApp y en qué área vas a estar para que te quedes allí”, “el partido está por encima”.
De acuerdo a la investigación, “Los Dinámicos del Centro” está integrado por 38 personas: 26 de ellas, vinculadas laboralmente con la DRTC. No obstante, son seis sus colaboradores principales: Eduardo Reyes Salguerán, Waldys Vilcapoma Manrique, Arturo Cárdenas Tovar, José Bendezu Gutarra y Marina Vasquez López.
A mediados de mayo, la fiscal Bautista solicitó la detención preliminar de sus integrantes por un plazo de 15 días. A la fecha, solo 27 han sido capturados. Y de los colaboradores principales, solo Vilcapoma fue detenido. Del resto no se conocen sus paraderos. Wilder Romero, abogado de Cárdenas Tovar, dice que su patrocinado colaborará con las investigaciones, pero cuando es consultado sobre su ubicación no tiene una respuesta. De acuerdo a los registros migratorios, ninguno de ellos ha salido del país.
Esto tal vez responde a que, dos semanas atrás, Vladimir Cerrón, líder de Perú Libre, presentó un hábeas corpus en un juzgado en Ayacucho frente a un eventual mandato de arresto contra él y 18 altos funcionarios del Gobierno Regional de Junín. Esto, a razón de un artículo publicado en el diario “Perú 21″ que daba cuenta de la existencia de una orden de detención desde principios de mes contra “Los Dinámicos del Centro”. El recurso de Cerrón fue declarado improcedente. No obstante, ni para él ni para ninguno de los mencionados en su demanda recayó la disposición de captura.
El operativo para capturar a los miembros de esta agrupación se realizó el pasado 15 de junio en distintos puntos de las ciudades de Huancayo, Jauja, Chupaca y Satipo. En uno de los domicilios, en este caso, de Guillermo Munguía Arteaga, evaluador del DRTC, se encontró una maleta con casi medio millón de soles. De igual forma, en otras casas también se hallaron importantes sumas de dinero en efectivo. Lo que sigue ahora es que se tomen las declaraciones de los intervenidos, se revisen sus equipos móviles incautados y que eventualmente narren quienes más formaban parte de esta presunta organización criminal enquistada en el Gobierno Regional de Junín.