La operación realizada entre la Municipalidad Metropolitana de Lima y las empresa Relima, encargada de la limpieza pública de la ciudad, y Comunicore Corporativas y Representaciones S.A. (o simplemente Comunicore) sería un caso de lavado de dinero proveniente de narcotráfico. De acuerdo a un reportaje publicado en la revista “Poder”, el dueño de Comunicore es Álex Ángel Montoya Agüero, prófugo de la justicia desde el 2009, cuando la Policía incautó un cargamento de casi 4 toneladas de droga cubiertas en latas de alcachofa.
La publicación periodística se basa en un informe secreto elaborado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y rotulado con el número 020-2010-DA-UIF-SBS.
El documento revela que Montoya, junto a Miguel Garro, ex gerente de Relima, creó una serie de empresas de fachada para lavar dinero, una de ellas fue Comunicore.
En el 2010, el diario “Perú 21” reveló el Caso Comunicore: a fines del 2005, bajo la gestión edilicia de Luis Castañeda Lossio, la Municipalidad de Lima acordó pagar a la empresa Relima, en un plazo de 10 años, una deuda de S/. 35,9 millones.
La empresa Relima vendió la acreencia a Comunicore por S/. 14,6. Sin embargo, inesperadamente, la Municipalidad Metropolitana de Lima decidió pagar el total de la deuda, los S/. 35,9 millones, a inicios del 2006. Fue un negocio redondo para Comunicore, que pocos meses después desapareció: era una empresa de fachada.
El informe de la UIF revelado por la revista “Poder” señala: “Respecto a Comunicore S.A. y otras personas jurídicas, se ha determinado que sus operaciones presentan características utlizadas por empresas de fachada propias de una organización criminal dedicada al lavo de activos”.
El documento en cuestión, fechado el 16 de julio del 2010, fue enviado a la Fiscalía Especializada en Crimen Organizado, cuyo coordinador era Mateo Castañeda Segovia. Este fiscal renunció unos meses después al Ministerio Público y se convirtió en abogado de Luis Castañeda.
Por este caso son procesados altos funcionarios de la gestión de Castañeda, de Relima y el propio Montoya Agüero. El ex alcalde también estuvo incluido en el proceso penal, pero luego fue apartado.
NEGOCIO PERSONAL“Poder” además revela algunos testimonios del proceso judicial, como el del brasileño Odilón Gaspar, gerente de la empresa Relima, quien involucró a Juan Blest, gerente financiero de la gestión de Castañeda y hombre de confianza del ex alcalde: “Garro me dijo que la Municipalidad de Lima iba a cancelar la deuda pendiente con nuestra empresa. Había una propuesta de pago en 10 años que yo presenté al directorio [de Relima], pero omití decir que Garro también me había contado que el municipio tenía la intención de pagar en una sola partida. Según él, la información vino por Juan Blest. Entonces vimos la oportunidad de hacer un negocio personal”.