Unidad de Investigación
Los nombres de al menos tres policías que resguardan al presidente Pedro Castillo desde el inicio de su gestión figuran en una lista de sospechosos de haber facilitado la huida del exministro Juan Silva, quien permanece prófugo desde hace tres semanas, según información reservada de la institución a la cual El Comercio tuvo acceso.
Castillo y Silva son investigados por su presunta participación en el Caso Puente Tarata.
Se trata de los suboficiales PNP Jorge Tarrillo Gálvez, Aladino Irigoin Chávez y Jover Gallardo Torres, quienes por la cercanía que tuvieron con Silva antes de que pasara a la clandestinidad fueron incluidos en el plan de trabajo de uno de los grupos especiales de la Policía Nacional dedicado a la búsqueda del extitular del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).
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Como el exministro, los tres policías nacieron en el distrito de Anguía, provincia de Chota, Cajamarca. En esa localidad, Silva y Castillo estudiaron primaria y secundaria, incluso fueron compañeros de clases.
En julio del 2021, cuando se iniciaba este gobierno, los suboficiales fueron convocados para laborar en el área de seguridad de la Casa Militar de Palacio de Gobierno.
Además de esta vinculación, en la nómina bajo sospecha aparecen integrantes de la escolta del mandatario supuestamente ligados a contratos del MTC durante la gestión de Silva.
—Contratos familiares—
Uno de ellos es el caso del suboficial superior PNP Aladino Irigoin Chávez, responsable de la seguridad del presidente. Aladino Irigoin ha acompañado a Castillo en sus viajes al exterior.
El mencionado custodio reside en una asociación de posesionarios de terrenos en Puente Piedra, en Lima norte, cerca de la casa de Juan Silva, según la indagación policial.
Por las pesquisas se sabe que la hija de aquel escolta presidencial, Wendy Irigoin Peralta, mantiene contacto con la familia de Silva y que incluso sus últimos ingresos económicos proceden del MTC.
El 4 de octubre pasado, Wendy Irigoin ingresó al despacho del ministro Silva, donde fue recibida a las 10:43 a.m. por Anatoly Bedriñana, entonces asesor ministerial. Pero no entró sola, sino con Flor Gómez Olano, concuñada del presidente Pedro Castillo nombrada en febrero último directora de la Oficina de Gestión del Talento Humano del MTC.
La joven se retiró a las 1:12 p.m. y Flor Gómez, a las 2:05 p.m.
El 7 de octubre, tres días después de la reunión de Wendy Irigoin, el mismo suboficial Aladino Irigoin visitó la oficina de Silva entre la 1:35 p.m. y 3:45 p.m. para una “reunión de trabajo”. El asesor Bedriñana autorizó su ingreso.
Luego de estos encuentros, el MTC propuso la contratación de servicios sobre protocolo y procesos informáticos que terminaron favoreciendo a la hija del policía chotano.
El 17 de octubre, Wendy Irigoin fue contratada por la entidad ministerial para manejar la agenda protocolar y participar en el soporte administrativo. El monto de la orden fue de S/17.000.
El 14 de diciembre, el MTC volvió a contratar a Wendy Irigoin para “la recepción asignación y de los procesos informáticos”, esta vez por S/4.250.
Al mes siguiente, en enero de este año, la hija del escolta del presidente consiguió otra orden de servicios con el mismo concepto del primer contrato. En esta ocasión, la suma fue de S/20.000.
El 3 de febrero, la joven fue contratada por S/10.000. A fines de ese mes, Juan Silva renunció a su cargo de ministro debido a los cuestionamientos en su contra.
En marzo, pese a que el OSCE emitió una alerta sobre un posible impedimento para contratar con el Estado por parte de Wendy Irigoin (debido a la condición de funcionarios de su padre, su hermana y de su esposo), obtuvo otro contrato en el MTC por S/20.000, como “especialista de servicios informáticos”.
—De Palacio al Congreso—
En la mencionada lista reservada del equipo policial que busca detener a Juan Silva aparece también el suboficial superior Jorge Tarrillo Gálvez, de 51 años, escolta con varios años de experiencia en seguridad de dignatarios. Tarrillo laboró como resguardo del presidente Castillo desde agosto hasta diciembre del 2021.
Desde enero pasado, el suboficial fue reasignado para escoltar a Pasión Dávila Atanacio, legislador de Perú Libre y miembro de la Comisión de Fiscalización del Congreso.
Su cambio coincide con el inicio de las investigaciones del mencionado grupo de trabajo sobre las visitas secretas del mandatario a la vivienda del pasaje Sarratea y las presuntas irregularidades en la millonaria adjudicación del puente Tarata.
Precisamente en ese período, el 8 de febrero el custodio del congresista Dávila acudió al despacho del ministro Silva por una hora. El motivo de la visita fue registrado como “reunión de trabajo”.
Un día después, el 9 de febrero, en los interrogatorios a Fray Vásquez Castillo, sobrino del presidente, y al dueño de la casa de Sarratea, Segundo Sánchez, el suboficial Tarrillo fue observado por la Comisión de Fiscalización en constante comunicación telefónica. Esta situación fue cuestionada por el presidente del grupo de trabajo parlamentario, Héctor Ventura.
El Comercio preguntó a Pasión Dávila si sabía que su escolta visitaba al ministro Silva en febrero y la relación que tenía con el ahora prófugo. “De eso desconozco”, respondió escuetamente. No obstante, después afirmó que Tarrillo sí lo acompañó al MTC a una reunión con Silva en una fecha que no pudo precisar, pero indicó que el agente no participó en la cita.
Asimismo, la policía sospecha de un posible nexo de Tarrillo con Silva por un audio del investigado empresario Zamir Villaverde alcanzado a la fiscalía en el que se registraría la entrega de S/100.000 al exministro. En la grabación, del 4 de noviembre, Silva indicó a Villaverde que llamara a “Tarrillo” y sugiere que no desconfíe de él, porque “es chotano”.
Sobre el subalterno Jover Gallardo, el grupo policial encargado de ubicar a Silva aún está procesando posibles indicios de su conexión con el fugitivo, además de ser coterráneos y formar parte del círculo de confianza de Castillo. La información se mantiene en reserva.
ACTOS FALLIDOS
- El 9 de junio, un informante se comunicó con la Unidad de Recompensas de la policía para indicar que Juan Silva se encontraba en una casa ubicada en Carabayllo, de propiedad de Carmen Alcalá Pimentel.
- Los policías allanaron otra vivienda la noche del domingo 12.
- El lunes 13, el equipo policial intervino la casa luego de que el informante llamó otra vez para precisar la dirección, pero Silva no fue encontrado.