La última encuesta de El Comercio-Ipsos revela que la percepción de retroceso del Perú es la más alta desde mediados de 1991; es decir, después de 30 años se vuelve a registrar un panorama tan negativo en la opinión pública. En cuanto a la percepción de progreso del país, la cifra se equipara a la de 1991, siendo ambos los puntos más bajos en esta medición. Respecto del ámbito familiar, la percepción sobre el progreso personal ha caído 10 puntos porcentuales en medio año.
Juan José Marthans, economista del PAD, dijo a El Comercio que los resultados que se observan son preocupantes porque recogen no solo la percepción de la actividad económica, sino de las familias. “No solo es una cifra récord, sino solo comparable con la percepción de retroceso que se observó en la situación heredada en el período 1985-1990; es decir, una situación catastrófica”, comentó. Agregó que “se percibe que no hay liderazgo ni credibilidad” por la actual administración.
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En tanto, el abogado y analista político Gonzalo Zegarra explicó que es “absolutamente entendible que la gente denuncie y reconozca que estamos mal”, debido a las consecuencias de la pandemia. A esto debe sumarse la precariedad que se mantiene en otros sectores, tales como trabajo y salud. Pero esta situación tampoco está desconectada de los vaivenes políticos. “El rebote [económico] todavía no se ha traducido en un optimismo del consumidor, porque vino la pandemia y luego la debacle política”, indicó.
- Aunque la aprobación y desaprobación al presidente Pedro Castillo no varió significativamente, el 31% respondió que estaría de acuerdo con una vacancia.
- La desaprobación a los ministros Mirtha Vásquez y Pedro Francke ha subido ligeramente respecto a noviembre.
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Presente y futuro
Los resultados muestran también cómo observa la ciudadanía la situación económica del país, de su familia y qué proyecciones consideran posibles para el siguiente año.
Aún afrontando las consecuencias de la pandemia, solo el 7% de encuestados considera que la situación económica del país es mejor respecto a un año anterior. Esta cifra es la más baja de los últimos 15 años.
Asimismo, en los últimos seis meses ha decaído en 16 puntos porcentuales la posibilidad de mejora económica del país para el siguiente año, de acuerdo con la opinión pública. Mientras que una buena calificación de la situación económica de las familias ha retrocedido respecto a julio de este año, cuando se registró cierta recuperación respecto del 2020, año de la llegada al país del COVID-19. A futuro, el 33% de los encuestados considera que su economía familiar empeorará los próximos meses. Y la posibilidad de mejora económica personal ha retrocedido 17 puntos porcentuales respecto a hace medio año.
Zegarra comentó que resulta paradójico que aunque se augura un auge económico para países como el Perú –que son productores de materias primas como el cobre–, esto no es tomado de la misma manera por las familias. “Y ahí sí entra desconfianza en la gestión. Vamos a tener vientos muy favorables y la sensación es que no vamos a aprovechar eso”, consideró.
Marthans agregó que aunque puede estar también asociado con la pandemia, el otro componente recae en el desorden y ruido político que no cesan.
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