HÉCTOR VILLALOBOS / MARIO MEJÍA / IVÁN ALVAREZ / MARTÍN LEÓN

Muchos funcionarios del Ministerio del Interior terminaron ayer ojerosos. A una hora inusual, las 4:15 a.m., el despacho que dirige Wilfredo Pedraza envió un comunicado para dar cuenta de la separación del general Luis Praeli, jefe de la Región Policial de Lima, así como de otros dos generales, dos coroneles y un comandante. Todos ellos están involucrados en la ilegal asignación de seguridad policial a la casa de Óscar López Meneses, ex operador de Vladimiro Montesinos.

Tras la investigación de Willax Televisión difundida ayer por El Comercio, Pedraza dijo que la orden para proteger la casa de López Meneses (calle Batallón Libres de Trujillo 209, Surco) la dio el ex director general de la PNP Raúl Salazar en mayo del 2012, cuando él aún no asumía el ministerio. Sin embargo, lo que no dijo es que esa orden se mantuvo a lo largo de toda su gestión.

El Memorándum Múltiple 326 de la Región Policial Lima, del 29 de mayo del 2012, dispone dar seguridad a ese inmueble, porque supuestamente ahí vivía José Cueto Aservi, jefe del Comando Conjunto de las FF.AA. El documento está firmado por el general Aldo Miranda Soria, por entonces director general de la región. El director general de la PNP era Salazar; y el ministro del Interior, Wilver Calle Girón.

Sin embargo, la red de mentiras elaborada por el alto mando policial continuó en las siguientes gestiones, como lo confirma un documento del 6 de diciembre del 2012 dirigido a Salazar y en el que se le da cuenta de la instalación del puesto fijo de vigilancia de 24 horas “en la residencia del presidente del Comando Conjunto”.

Desde Costa Rica, el general Miranda reconoció que firmó el documento, pero que lo hizo cumpliendo órdenes de Salazar.

Cueto dijo a El Comercio “sentirse sorprendido” al enterarse de que estaban utilizando su nombre para encubrir esta operación. El almirante señaló que esto es un hecho delictivo y pidió el arresto de los involucrados. “No es mi casa, no tengo nada que ver con el tema. Soy el primer sorprendido”, sostuvo.

Fuentes del Comando Conjunto sostuvieron que existe una profunda indignación en las FF.AA. por el uso indebido del nombre de Cueto. Señalaron que recién hace dos meses la policía asignó a Cueto un pequeño patrullero para su resguardo, a raíz de las amenazas que recibió tras la operación Camaleón. También manifestaron que su seguridad está a cargo de la Marina.

El Ministerio Público inició una investigación de oficio sobre el caso. Norah Córdova, titular de la Primera Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios, acudió a la casa de López Meneses para interrogarlo sobre el porqué del resguardo policial en su vivienda. Al no encontrarlo, la magistrada anunció que citará al ex operador montesinista. El Fuero Militar Policial abrió una investigación a los oficiales.

DENUNCIA PENAL El ministro Wilfredo Pedraza aseguró a El Comercio que denunciará penalmente a Praeli y a los otros altos oficiales policiales por el uso indebido de recursos públicos. Eso al margen de los otros procesos administrativos que se seguirá a los demás implicados, e incluso al director general de la PNP, Jorge Flores Goicochea.

Según indagaciones de este Diario, ayer el general Praeli continuó despachando en su oficina, ya que aún no se sabe el nombre de su reemplazante. También se conoció que un mayor de apellido Saguma ordenó, por encargo de Praeli, borrar de los archivos todas las fotos de la ceremonia del viernes pasado en el Potao, en la que López Meneses compartió estrado con el ministro Pedraza.

IDL Reporteros habló ayer con el ex operador montesinista y este declaró no haber pedido jamás seguridad o resguardo al Estado. Negó además saber quién lo había pedido, y aseguró que no estaba enterado de que el despliegue policial era para proteger su casa.

El ex ministro del Interior Fernando Rospigliosi dijo que los policías sancionados son responsables en parte, pero los oficiales que los antecedían hicieron lo mismo. “Eso muestra que había órdenes superiores. ¿De dónde venían? Sin duda de Palacio, no puede ser de otra manera. Los policías cumplen órdenes”.