La marcha contra la repartija, conocida como Toma la calle que partió de la Plaza San Martín con rumbo al Congreso de la República por la avenida Abancay se vio interrumpida cuando un contingente policial bloqueó su paso a la altura de la Biblioteca Nacional.

Los agentes del orden, que acompañaron a los manifestantes desde su congregación y durante su paso por las calles del Cercado de Lima, usaron escudos y bombas lacrimógenas para dispersar a las personas que estaban tratando de llegar al Parlamento.

A los pocos minutos llegaron varias unidades antimotines para alejar a los manifestantes de las vías ocupadas.

Hasta ahora, todos los carriles de la avenida Abancay a lo largo de varias cuadras permanecen con el tránsito restringido. Ningún vehículo puede acercarse a los edificios del Congreso, la Biblioteca Nacional o el Ministerio Público.