El Ejecutivo iniciará la revisión del programa social Qali Warma con la finalidad de mejorarlo y evitar nuevos casos de intoxicación en niños por ingesta de alimentos en mal estado, anunció hoy la ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Mónica Rubio.
Una de las medidas inmediatas en el marco de ese proceso es el cambio de modalidad de la entrega de alimentos a los beneficiados por Qali Warma, programa gubernamental cuyo objetivo es atender las necesidades nutricionales de menores en extrema pobreza.
Según explicó, hasta el momento los niños recibían alimentos elaborados con recetas preparadas, los cuales eran proporcionados por distintos proveedores.
ENTREGA DE PRODUCTOS NO PERECIBLES No obstante, considerando que el 100 por ciento de los casos de intoxicación tuvo su origen en el consumo de ese tipo de alimentos, la ministra anuncio que a partir de ahora se entregarán canastas de productos no perecibles.
Esto reducirá significativamente el riesgo de intoxicación, indicó en declaraciones a Panorama.
Paralelo a ello, se renegociarán todos los nuevos contratos suscritos con las empresas proveedoras de alimentos.
La ministra también anunció que se iniciará un proceso de revisión a fondo de toda la cadena del programa Qali Warma. Esta revisión, dijo, abarcará desde la compra, la preparación, la manipulación, el transporte y la entrega de los alimentos en las escuelas.
REVISIÓN INTERNACIONAL DE QALI WARMA Asimismo, informó que ya se encuentra en Lima una misión de alto nivel del Banco Mundial y del Banco Mundial de Alimentos, la cual colaborará con el Ejecutivo en realizar una evaluación de este proceso con los más altos estándares posibles.
Rubio añadió que la supervisión de Qali Warma también será reforzada con el incremento del personal dedicado a esta labor.
El objetivo es que las escuelas cuyos niños reciben los alimentos sean supervisadas por lo menos una vez al año, con mayor énfasis en aquellas que han registrado mayores problemas.
Para reforzar todas estas disposiciones, Rubio informó que se contratarán laboratorios privados, certificados por el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), para verificar trimestralmente la inocuidad del 95 por ciento de las plantas y almacenes en todo el país en los cuales se preparan los alimentos destinados a los niños.