El presidente Martín Vizcarra aseguró este miércoles que la disolución del Congreso de la República que llevó a cabo el 30 de setiembre del 2019 no buscó “controlar los poderes e instituciones”.
Al cumplirse un año de este hecho, el jefe del Estado recordó que sus críticos lo acusaron de “autoritario” tras el cierre del Parlamento hace exactamente un año, pero explicó que con el fallo respecto a la demanda competencial sobre la disolución del Parlamento el Tribunal Constitucional “dejó claro que todo fue hecho con pleno respeto a la Carta Magna”.
“Algunos han pretendido confundir firmeza con autoritarismo, valentía con dictadura, nada más alejando de la realidad. Incluso, llegaron a calificar la disolución constitucional del Congreso como un supuesto golpe de Estado y como parte de un plan para controlar los poderes e instituciones. Los hechos han demostrado lo contrario, el Tribunal Constitucional sentenció que la disolución del Congreso, estuvo enmarcada en la Constitución”, manifestó.
“El archivamiento de las denuncias que cuestionaban la medida validó la legalidad de nuestra decisión y dejó claro que todo fue hecho con pleno respeto a la Carta Magna. La comunidad internacional no tuvo ninguna duda de ello y quienes cuestionaron el hecho participaron en las elecciones congresales, obteniendo incluso algunas curules. La disolución no fue una herramienta para controlar las instituciones”, añadió desde Palacio de Gobierno.
El mandatario consideró, al cumplirse un año de este hecho, que la medida permitió cerrar “una etapa marcada por ataques y confrontaciones sistemáticas” y destacó que la misma “estuvo enmarcada en la Constitución”. Reiteró que se trató de “una de las decisiones más difíciles” de su vida.
“El 30 de setiembre del 2019, hace exactamente un año, tomé una de las decisiones más importantes y trascendentales de mi Gobierno, y una de las decisiones más difíciles de mi vida. Una decisión que estuvo amparada en la Constitución Política y contó con el respaldo de la mayoría de los peruanos: la disolución constitucional del Congreso”, sostuvo en conferencia de prensa.
“[Esta decisión] fue el epílogo de una etapa complicada y difícil marcada por ataque y confrontaciones sistemáticas que se iniciaron el 2016 y que generaron un escenario de inestabilidad e ingobernabilidad en el país. Ni el Perú ni ningún país en el mundo pueden crecer y desarrollarse en medio del conflicto y los enfrentamientos permanentes”, señaló.
Martín Vizcarra indicó que desde que asumió el Gobierno hasta la disolución del Parlamento intentó “mantener una relación de respeto y colaboración con el Congreso”. Sin embargo, cuestionó que desde el 2018 hasta el 30 de setiembre del año pasado, el Legislativo no entendió “que la democracia significa el respeto a la voluntad del pueblo y a la Constitución”.
“La democracia no significa que todos debemos estar de acuerdo en todo, pero sí, independientemente de las orientaciones ideológicas y políticas, deben primar el respeto mutuo y la tolerancia. [...] Lo que no obtuvieron en las urnas, pretendieron conseguirlo a través de la fuerza, los ataques y la imposición”, acotó.
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