El anuncio del Gobierno de la incorporación al servicio de la Policía Nacional del Perú (PNP) de 7 mil nuevos policías recién egresados de las escuelas de suboficiales ha sido hecho en son de buena noticia. En realidad, se trata del anuncio de un fracaso.
Los 7 mil nuevos policías van a ingresar a la institución bajo el régimen de 24 × 24, por el que, como se sabe, la PNP contrata solo la mitad del tiempo de sus miembros, forzándolos así a “vender” la otra mitad a empleadores privados. Se suponía que el Ministerio del Interior se había propuesto acabar con este pernicioso sistema para los policías que ya tenía. En lugar de eso, ahora lo está ampliando a sus nuevas contrataciones.
El impacto que el régimen de 24 × 24 tiene en la calidad del servicio policial que poseemos y, por lo tanto, en la situación de desbordada inseguridad que hace tiempo viven nuestras principales ciudades, ha sido advertido numerosas veces ya por diversos especialistas. No hay que olvidar que el hecho de que nuestros policías no ejerzan físicamente como tales a tiempo completo implica que tampoco lo hagan mentalmente; es decir, que casi no tengamos profesionales dedicados por entero a pensar los retos y problemas de los diferentes niveles de la labor de la PNP. E implica, de hecho, que la mayoría de nuestros policías tenga que serlo en medio del cansancio y el estrés constante que significa el tener que desempeñarse en por lo menos dos trabajos a la vez para poder sobrevivir.
Así las cosas, el número real de nuevos policías que se está incorporando al servicio no solo no es de 7.000, sino que tampoco es la mitad de este número, puesto que ni siquiera podemos esperar que ese medio tiempo en que los 7.000 serán policías será un medio tiempo de sus plenas energías personales. En realidad, será un medio tiempo de personas, en los más de los casos, extenuadas.
Si al Gobierno le estaba resultando más difícil de lo que había calculado reemplazar, en el caso de los policías que ya tiene, el régimen de 24 × 24 por un régimen de tiempo completo, lo lógico era que cuando menos aprovechase estas nuevas contrataciones para ir transformando paulatinamente a la institución. Después de todo, hubiera sido mucho más fácil integrar a estos nuevos policías al régimen de tiempo completo porque ellos no tenían el problema que sí tienen los policías en ejercicio de tener que abandonar un trabajo paralelo en el que, frecuentemente, ganan más por hora que en la PNP. Al menos si es que, como se ha informado, esta es la razón por la que de los 9 mil custodios a los que se pretendía comprarles el día de franco este año solo se ha logrado convencer a 4 mil, habría que preguntarse por qué el ministerio no vio la oportunidad que significaban estas nuevas contrataciones para avanzar con el tema.
Por lo demás, hay que señalar que el sistema de 24 × 24 crea también innecesarios costos administrativos y de eficiencia al forzar a que la institución tenga que operar con mucho más personas que las que de otra forma requeriría para abarcar sus funciones. De hecho, si el sueldo que se quiere pagar a 30 mil policías nuevos parciales que se acabarán de sumar a la PNP para fines del próximo año se usase en comprar el día de franco a los policías que ya están en actividad, tendríamos el mismo efecto en términos de horas de policías trabajando para la institución. En lugar de eso, estamos optando por seguir ampliando a la PNP con policías que solo pueden serlo durante medio tiempo y, aun durante ese medio tiempo, a medias. Cabe preguntarse: ¿es por pura incompetencia?