El presidente desperdició de manera imperdonable la reunión que tuvo con la lideresa de FP en casa del cardenal Cipriani, al no plantearle una agenda de reformas. (Foto: Lino Chipana/El Comercio)
El presidente desperdició de manera imperdonable la reunión que tuvo con la lideresa de FP en casa del cardenal Cipriani, al no plantearle una agenda de reformas. (Foto: Lino Chipana/El Comercio)

Ejecutivo y Congreso no pueden seguir dilatando indefinidamente la decisin de abordar las reformas fundamentales sin las cuales no tenemos futuro. Cada escndalo, cada hecho controvertido, aunque carezca de importancia, se convierte en motivo de broncas polticas que solo son una manera de huir de los temas de fondo. Es el reino de la evasin por medio del show meditico.

Los pretextos abundan y hacen su negocio los profesionales del antifujimorismo que rodean a PPK y a Zavala, y los desconfiados y revanchistas asesores directos de Keiko Fujimori. El hecho es que ella, por lo que sabemos, no quiere conversar. Y se requiere conversar, por ejemplo, para agregar al artculo 27 de la Constitucin la frase: La indemnizacin constituye proteccin adecuada al despido arbitrario. Con eso se levantaran las expectativas, se reanimara la inversin y habra empleo y empleo formal para todos.

Cualquier gesto de acercamiento puede ser malinterpretado, aunque nunca se sabe. Mi impresin, por ejemplo, respecto de la ceremonia de los 20 aos del rescate de los rehenes, es que el presidente quiso genuinamente hacer un homenaje a Alberto Fujimori calificando de eximia su gestin en esa gesta y saludando a la hija de don Alberto Fujimori, tendiendo de paso una rama de olivo a Fuerza Popular para voltear la pgina. Pero algunos han interpretado que en realidad lo que quiso fue dividir a FP levantando al pap y minimizando a la hija cuando no la llam por su nombre y cuando al da siguiente el vicepresidente Martn Vizcarra declara: El lder indiscutible de Fuerza Popular es Alberto Fujimori. Es decir, montarse sobre las arremetidas de Kenji para ahondar esa divisin en ciernes entre keikistas y albertistas.

El hecho es que ella no conversa. Claro, el presidente desperdici de manera imperdonable la reunin que tuvo con la lideresa de FP en casa del cardenal Cipriani, al no plantearle una agenda de reformas. No le propuso nada. Si tal hubiese hecho, Keiko Fujimori no se hubiese podido negar y hoy habra dilogo y estaramos en otra etapa. Quiz todava pueda llamarla.

Es cierto que hay buena comunicacin entre funcionarios del gobierno y congresistas de FP. Pero, a la hora de los loros, los acuerdos se rompen con facilidad si es que no hay un compromiso de la propia Keiko Fujimori. Ocurri, por ejemplo, con el D.Leg. 1333, necesario para facilitar el saneamiento de los terrenos en las APP. Fue aprobado por Letona y tena la bendicin de Miki Torres, pero se present una congresista de Frente Amplio con dos nativos, Alcorta asust con que vendra un baguazo y all qued todo. Fue derogado, pese a que no haba amenaza alguna a las comunidades. Cualquier cosa es pretexto para no decidir ni asumir responsabilidad.

Piensan acaso pasrsela los cinco aos de este perodo gubernamental mirando de costado y distrayndose en peleas de callejn solo para no enfrentar los problemas de fondo?

MS EN POLTICA



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