La realidad siempre nos sorprende. La fuerte reaccin de un sector de la sociedad contra la supuesta implantacin de la ideologa de gnero en el currculo escolar, expresada en la marcha del colectivo Con mis Hijos no te Metas, seguida de la marcha Con la Igualdad no te Metas, que defiende el currculo y niega tal ideologa, expresa un tipo de polarizacin que corresponde claramente a una sociedad que hace tiempo super la etapa de la violencia terrorista, la crisis hiperinflacionaria y el gobierno autoritario de los 90.
Es decir, los valores que estn en juego ahora no son los determinados por la lucha por la sobrevivencia, sino otros, correspondientes a una sociedad ms libre y acomodada, conformada por una nueva clase media ms amplia y jvenes que jams conocieron ni el terrorismo ni la extremada angustia econmica.
Esto ha determinado que surja, de un lado, un amplio segmento de peruanos menores de 45 aos que valora la institucionalidad democrtica, la transparencia, la tolerancia y el respeto al otro, a la diversidad cultural y sexual, al medio ambiente, y siente una ansiedad por la realizacin individual con sentido propio e incluso por vivir el presente con plenitud. Es lo que podramos llamar una actitud liberal.
Pero toda tesis genera su anttesis, como dira Hegel, de modo que lo que para unos es el desarrollo libre de su propia individualidad, para otros puede ser el desorden o la corrupcin moral de las costumbres. Y si a ello se agrega el creciente desorden poltico y social y el incremento de la inseguridad y la corrupcin de los ltimos 17 aos, no extrae que se formen movimientos a favor del orden en todas las dimensiones de la realidad. En lo cultural, se trata de no apartarse del orden natural creado por Dios que seala diferencias, roles y jerarquas claras y pauta los eventos de la vida. De contener lo que es percibido como el caos amenazante. Es la posicin conservadora.
La sociedad peruana ha regresado, despus de 160 aos, a la clsica divisin entre liberales y conservadores (aunque ya quisiramos tener a Jos Glvez y Bartolom Herrera, por ejemplo), aproximadamente la misma que, salvando todas las distancias, hay en Estados Unidos. No es difcil ubicar quin podra ser el Trump peruano. Y no es de extraar que a la vanguardia de los conservadores estn los evanglicos, que vienen de Norteamrica.
Polticamente esa divisin se ha expresado, hasta ahora, gruesamente, en antifujimorismo y fujimorismo, aunque la correspondencia no sea exacta, pues en el fujimorismo hay una tensin que se manifest en los fallidos esfuerzos de caviarizacin de Keiko Fujimori y, ahora, en las interesantes seales (paradjicamente liberales, no conservadoras) que est dando su hermano Kenji. La feroz incursin de Butters, por eso, puede cambiar la escena, creando una faccin conservadora ms radical y religiosa, dejando al fujimorismo al centro. Veremos adnde nos lleva la historia.
MS EN POLTICA