El presidente Pedro Castillo acudió ayer a la Fiscalía de la Nación, que lo citó para interrogarlo como investigado por los presuntos ascensos irregulares en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. El mandatario guardó silencio y no respondió a las preguntas que le formularon.
Pese a que la noche del miércoles su abogado Benji Espinoza informó que el jefe del Estado no acudiría a la fiscalía, puesto que le asistía la prerrogativa de que los fiscales acudan a Palacio de Gobierno a tomar su declaración, Castillo cedió.
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Minutos antes de las 9 a.m. (hora de la citación), Castillo salió de Palacio y se dirigió caminando hasta la sede del Ministerio Público de la avenida Abancay, en el Centro de Lima.
Mientras abandonaba la Casa de Pizarro, desde su cuenta en Twitter se emitía un pronunciamiento en el que señalaba su respaldo a sus abogados Benji Espinoza y Eduardo Pachas, y que tenía derecho a pedir que la fiscalía fuese a Palacio.
“Sin embargo, les he pedido que me acompañen a la fiscalía para defender mi inocencia y colaborar siempre con la justicia”, escribió.
Por este caso, el mandatario es investigado por los presuntos delitos de tráfico de influencias, patrocinio ilegal y organización criminal.
Castillo permaneció por una hora en la fiscalía, donde se registraron manifestaciones a favor y en contra de él. Luego regresó a la sede de gobierno. Ahí, ante la prensa, negó ser el líder de una organización criminal.
“Primero, a decir que no soy parte y no formo ninguna red criminal, eso le he dicho el día de hoy [ayer] a la fiscal de la Nación y le he dicho que voy a demostrar en cualquier espacio, aquí y allá donde sea, mi inocencia. A nadie he robado, a nadie he matado”, aseveró.
En silencio
La presencia de Castillo en la sede fiscal no fue para colaborar con la investigación. El mandatario, indicaron fuentes fiscales a El Comercio, solo hizo un “relato breve” de su presunta inocencia. Cuando iba a ser interrogado, anunció que se acogería a su derecho de guardar silencio.
Esto fue confirmado luego por el abogado Espinoza, quien informó que en la diligencia –que fue dirigida por la fiscal de la Nación, Patricia Benavides– se le tomaron las generales de ley a Castillo y se realizó una declaración voluntaria sobre el hecho.
“En ese relato, el presidente ha negado los cargos, ha ratificado su inocencia y luego ha señalado que más adelante, cuando se le convoque, va a declarar. Pero que en este momento va a ejercer su derecho constitucional, legal y convencional a guardar silencio”, indicó.
Según el abogado, el mandatario le recordó a la fiscal de la Nación que por esta investigación ya había declarado como testigo en diciembre pasado, y rechazó estar involucrado en actos de corrupción, que no existe una organización criminal y que él no formaba parte de ningún acto criminal.
Espinoza aseguró que el derecho a guardar silencio no podía ser considerado un acto de obstrucción, pues le solicitaron declarar después de conocer los elementos de convicción.
Durante la diligencia, agregó, se solicitó la reprogramación de la citación que se le hizo a Castillo para declarar como investigado en los casos Petro-Perú y la remoción del exministro Mariano González.
El abogado también rechazó las versiones sobre una presunta búsqueda de asilo en otro país por parte de su patrocinado. Aseveró que no tienen temor ante una posible colaboración eficaz del exministro Juan Silva.
Castillo llamó “seudocolaboradores” a Karelim López, Zamir Villaverde y Bruno Pacheco, que vienen brindando información en su contra.
Agregó que con esas declaraciones se crea una “pirámide” para hacer creer a la ciudadanía que es corrupto