Cuando hablamos de Halloween, lo primero que se nos viene a la mente son las calabazas talladas con rostros que dan mucho miedo. Se trata de uno de los frutos más famosos del mundo y no solo por la noche de las brujas, sino que también es parte fundamental de películas como “La Cenicienta”, sin una de estas enormes frutas no hubiese sido posible que el hada madrina elaborara una carroza digna de una princesa de Disney.
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Sin embargo, la calabaza no solo es un elemento decorativo del 31 de octubre o parte de un cuento de hadas. Estas frutas pertenecen a la familia de cucurbitáceas, por ende, son parientes del pepino, la sandía y el melón. A este tipo de plantas las llaman trepadoras o rastreras y existen más de ochocientas variedades en el mundo. Las calabazas se caracterizan tener la piel dura y gruesa y en el centro de su interior guardan semillas planas, que también son comestibles. ¿Por qué es un símbolo de Halloween?
¿De dónde viene la tradición de las calabazas?
Se trata de un mito de la época de los celtas, como se les llamaba a los pueblos antiguos de Europa, en especial a los que pertenecían a la zona de Irlanda.
La leyenda cuenta que Jack, el herrero (también conocido como Jack, el borracho o el tramposo Jack) timó al mismísimo diablo. Una noche, satanás buscaba a Jack para robarle su alma; sin embargo, este logró engañarlo y atraparlo. A cambio de liberarlo, Jack le puso como condición que su alma nunca fuera enviada al infierno. El diablo aceptó la oferta.
Años después, cuando Jack falleció y su alma fue elevada al cielo, San Pedro le cerró las puertas. Así que Jack descendió al infierno, donde se reencontró con el diablo, quien también le negó la entrada. Es así como el alma de Jack quedó condenada a vagar por el mundo para siempre.
Satanás sintió lástima por Jack y le ofreció un ascua del infierno para que lo iluminara. Jack talló un nabo donde metió el fuego del ascua y desde entonces su alma es vista al anochecer cerca de los pantanos y los cementerios. Con el pasar de los años, se hizo tradición entre los irlandeses colocar una vela encendida dentro de nabos en sus ventanas para ayudar a los muertos perdidos a encontrar su camino.
Cuando los irlandeses emigraron de manera masiva a Estados Unidos en el siglo XIX llevaron consigo esta tradición; sin embargo, debido a la falta de nabos, utilizaron calabazas. Hoy en día, Halloween es la segunda celebración más importante en EE.UU., después de la Navidad.
¿Son nutritivas las calabazas?
Durante los días previos a las celebraciones por Halloween, las calabazas son exhibidas en los supermercados a S/. 4.69 el kilo. Y también las venden en versiones de plástico para que los niños depositen ahí los dulces que logran recolectar durante la jornada.
La nutricionista Claudia Agüero comenta a Provecho de El Comercio, que la calabaza es un alimento ideal para quienes buscan perder peso porque tienen pocas calorías menos de ochenta por cada cien gramos. “No sube el azúcar en sangre como otras frutas y es muy versátil porque puede usarse en mazamorras, helados y guisos”.
En tanto, Mewsette Pozo, colega de Agüero, señala que la calabaza varía de color según la estación del año. “En verano tiene una piel más clarita y en invierno más oscura, es muchísimo más dulce en esta estación. El color medio naranja o amarillo se lo dan los betacarotenos, que son unos potentes antioxidantes, que contribuyen a tener una mejor visión. Además, son fuente de vitamina C. Las calabazas nos hidratan, cada cien gramos de calabaza contiene 91% de agua. Estos frutos no son fuente de proteínas ni de lípidos”.
Pozo indica que una de las bondades de la calabaza es su bajo contenido de carbohidratos (de dos a cinco por cada cien gramos). “Los betacarotenos y la gluteína que contienen pueden ayudar a cubrir la vitamina A que nuestros cuerpos necesitan. Es un fruto bastante interesante y sus semillas también”, concluye la nutricionista.
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