Las tendencias persiguen a los jóvenes. A través de las redes sociales, llegan noticias de propuestas diferentes todo el tiempo. Y eso le ocurrió a Shang Long Dai, un empresario chino radicado en el Perú, que durante un viaje a los Estados Unidos fue a buscar un postre del que ya había oído hablar en Asia: las mochi donuts, unas donas que, en vez de harina de trigo, usan la masa de arroz elástica de la tradicional receta de los mochis para una nueva versión del antojo que, además, resulta mucho más ligera que una dona convencional.
Una mochi donut tiene la mitad de calorías, lo que se refleja inmediatamente al dar un bocado y no sentir el rápido empalagamiento que producen los dulces. Eso fue determinante para que Shang Long Dai y su esposa, Valentina Chen Zeng, decidieron emprender el negocio.
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Lograr la receta perfecta no fue sencillo. Estuvieron un año probando y los primeros ensayos no fueron buenos. “Empezamos echando bastante agua y nos quedó una dona suavecita, pero que después de 15 minutos se desinfló y se llenó de grasa”, recuerda Shang de los inicios del emprendimiento que abrió sus puertas en julio de este año y que, en menos de un mes, ya tenía largas colas gracias a un video que los hizo virales.
Un viaje al otro lado del mundo
Shang Long Dai nació hace 30 años en Wuhan, una ciudad en la zona central de China que se hizo famosa a finales de 2019 por ser el lugar en el que se registró el primer brote de coronavirus. “Es una mala referencia”, dice el empresario que llegó a Lima mucho antes de la pandemia. Hace 14 años, cuando todavía era un adolescente y no sabía mucho del Perú.
“Tan poco sabía del Perú que, cuando estaba en la secundaria, recuerdo que me preguntaron en dónde estaba trabajando mi padre. Yo les conté a mis amigos que en Perú. Me preguntaron dónde quedaba y yo, que no sabía nada, dije que era una ciudad en los Estados Unidos. Ahora me da risa”, cuenta Long Dai, que sufrió bastante para integrarse a la cultura peruana.
“Mi madre quería que conozca más culturas y como mi padre tenía un negocio de exportación de maderas en el Perú, vine a conocer otro mundo. Al llegar me sorprendió lo diferente que era todo de China. Al principio, odiaba estar aquí, todos mis amigos estaban al otro lado y yo me sentía solo. Sufrí mucho para aprender español. Ahora amo el Perú. Por eso cuando terminé la universidad, decidí quedarme”, cuenta el joven que tuvo varios oficios antes de ingresar al mundo de la gastronomía.
Su primer negocio relacionado con la comida lo abrió hace tres años: un restobar llamado Kar Boom que motivó un viaje a Estados Unidos para aprender más de coctelería y donde encontraría la inspiración para iniciar Mochii Donuts.
Color y sabor
“Los jóvenes son muy curiosos, siempre están buscando probar cosas nuevas y nosotros teníamos estas donas. Pero nuestra idea también era resultar atractivos a los ojos”, explica el empresario que volcó en el negocio sus conocimientos de diseño y los de su esposa: él se encargó de la parte gráfica en los logos y ella del llamativo decorado del espacio, que los ha hecho rápidamente reconocibles en el cruce de la Av. Aviación con San Borja Norte, donde una dona gigante resalta el colorido de su propuesta.
En la carta, han incluido sabores asiáticos: como matcha, el favorito de Shang, pero también un sabor local: el picarón. “La gente que prueba las donas de mochi siempre me dice que parecen un picarón y que saben a picarón. ‘¡Me estás vendiendo un picarón!’, me dicen”, bromea sobre cómo decidió incluir ese sabor que se sirve con una miel de la casa.
“Cuando nos hicimos virales, vino mucha gente. Y fue inevitable que también se dieran los comentarios negativos. Eso me desanimó bastante, pero siempre me enfoco. Busco el error para aprender y mejorar”, explica el empresario que se proyecta a abrir puestos en centros comerciales para llegar a más gente.
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De momento, también ofrecen en su local sabores muy populares como el de fresa y Oreo, que están entre los más vendidos, y novedades como la dona Barbie, para seguir la ola generada por la película de Greta Gerwig. La carta se renueva cada dos meses. El plan es mantenerse siempre en tendencia.
¿Dónde? Av. Aviación 2702, San Borja.
¿Cuánto? Desde 6,90 soles la unidad y 35.90 la media docena.
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