La marca coreana presenta su primer hatchback con sangre y espíritu deportivos. Su corazón es pequeño pero poderoso: un 1.600 cc de inyección directa, asistido por un turbocargador de doble entrada que estira la cifra de potencia hasta los 200 HP y el torque a unos suficientes 26,5 kg.m –disponibles desde 1.750 rpm–. Como resultado, le toma 7,4 segundos acelerar hasta 100 km/h y tiene como velocidad tope 230 km/h. Destacable también la economía, que la marca estima, en uso combinado, en 60 km/gl, ya que, si bien tiene una buena cantidad de potencia disponible, ni bien el pie derecho quiera divertirse, es tan solo un motor 1,6. La transmisión, por su parte, no ha sucumbido a la moda actual de cajas automáticas de doble embrague, y es una manual de 6 velocidades y relaciones cortas. El conjunto funciona bien y permite al Pro_Cee’d GT acelerar desde 60 km/h hasta 100 km/h en cuarta en 5,4 segundos, cifras más representativas de la capacidad del conjunto mecánico que los usuales 0 a 100 km/h y que dejan en claro que un motor pequeño con turbo no tiene porqué ser sinónimo de ‘lag’. En equipamiento, las más generosas corresponden a la seguridad de los ocupantes en caso de accidente, y comienzan por el ABS (antibloqueo de los frenos), EBD (control de la fuerza de frenado) ESC (control electrónico de estabilidad) y pasan por el asistente en subidas (HAC) y los seis airbags con la posibilidad de desactivar el del copiloto, lo cual es necesario en caso un infante sea quien acompañe al conductor en esa posición. (Más información en la edición número 555).