Sofía Lama es una actriz mexicana de teatro, cine y televisión. Estudió artes escénicas en México y en The Hollywood Films Institute de California. A lo largo de su carrera actoral ha trabajado en varias series y telenovelas fuera y dentro de México tales como “El secreto de Selena”, “Dueños del paraíso” Y “Sin senos no hay paraíso”. Hace poco regresó al mundo de streaming con “100 días para enamorarnos”, telenovela de Telemundo que se ha convertido un éxito en Latinoamérica.
- “100 días para enamorarnos” versus “100 días para enamorarse”: te contamos cuál es la mejor versión
- “100 días para enamorarnos”: ¿merece la pena ver la primera temporada de la serie en Netflix?
Lama en esta ficción de Telemundo y Netflix interpreta a Aurora Villarreal, una mujer mexicana que descubre que su pareja, Luis Casas (Héctor Suárez Gomís), tiene una esposa en los Estados Unidos. Si bien su rol es de soporte o reparto, ha logrado empatizar con la audiencia, quienes destacan su labor en esta ficción.
Conversamos en exclusiva con la actriz vía Zoom y nos contó detalles desconocidos de su personaje y cómo se grabó la serie durante la pandemia por el nuevo coronavirus.
-Casi rechazas participar en “100 días para enamorarnos”, ¿qué te hizo cambiar de opinión?
Sí, de hecho lo rechacé. Pero no era el personaje de Aurora. Era el personaje de Isabel. Yo hice el casting para el personaje de Isabel; y la verdad no era un personaje que me movía con lo que yo quería hacer en ese momento. Y lo rechacé. Luego me enteré quienes participarían en los roles protagónicos, que serían Ilse (Salas) y Mariana (Treviño), y siempre había querido trabajar con ellas dos. Siempre. Yo sabía que eran las perfectas para trabajar en un proyecto como “100 días para enamorarnos”. Tenían que ser dos actriz que fueran grandes intérpretes y que manejaran excelente la comedia y drama. Y les dije que sí quería formar parte del proyecto. Cuando me ofrecieron el papel de Isabel, ellas aún no estaban confirmadas. Y resulta que ya no estaba Isabel disponible, y me ofrecieron a Aurora. Cuando leí el guion de ese personaje, me gustó mucho más. Iba más con mi personalidad y me quedaba mucho mejor. Creo que fue un golpe de suerte. Cuando las cosas son para ti, son para ti.
-Acabas de mencionar qué te gustó más el papel de Aurora que el de Isabel, ¿cuáles son las cualidades que rescatas de este personaje?
Aurora me parecía una mujer más activa, más empática. El problema de tener otra familia me gustaba mucho, porque creo que es un problema muy común en México y en el mundo latino, pero desafortunadamente no se habla. Y eso viene por el machismo, porque el hombre tiene el permiso de hacer lo que quiera y la mujer no. Era un tema que me interesaba mucho y era algo que yo quería llevar a la pantalla. Me pareció mucho más interesante Aurora. Me gustaba que fuera del norte de México, que yo iba a tener el reto como actriz de hacer otro acento.
-Tu papel explora temas tabúes como la bigamia y el amor hacia dos personas a la vez, ¿cómo fue esa experiencia?
Así es, siguen siendo un tabú. Por eso creo que “100 días para enamorarnos” ha sido un éxito, por que toca temas tabúes de una forma muy natural. Lo que es la religión y la sociedad nos ha enseñado a ser doble moral. Eso pasa mucho en México, la gente que es muy religiosa suele ser doble moral. La gente no lo habla pero lo hace, y cree que porque no lo hablan nadie se va a enterar; y al final la verdad siempre se sabe.
Eso pasa con Luis, tantas mentiras acaban siendo un desastre. Entonces, ¿por qué quieres tener una vida hecha un desastre por tener dos mujeres? No te va a ir nada bien. Existe esta onda machista de entre más mujeres tenga, más hombre me siento. Si tú te juntas con una persona que está en tu misma línea y acepta, está perfecto. Pero si lo haces mintiendo y ocultando, pues claro que no. Es una realidad.
-Luis, tu pareja en la serie, expone muchas de las cosas que no buscamos en un hombre latinoamericano: machismo, mentiras y ser desleal. ¿Crees que esta relación ficticia deja alguna enseñanza a los televidentes o lo normaliza?
Sí y no. Completamente creo que sí deja una enseñanza. Creo que depende de cada quien, también depende de su nivel de conciencia. Si cree que la televisión normaliza estos temas, quizás en su vida los empieza a ver más normal. Pero sí hay gente que tiene un poquito más de conciencia se da cuenta que sí este tipo de historias sí dejan moralejas y sí te hacen ver las consecuencias que tuvieron los personajes al tomar esas decisiones.
Son como esas series de narcotraficantes que las personas dicen que los pintan como la gran vida. Sí, al principio pero después siempre terminan mal. Es una forma de reflejar la realidad y mostrar que ese tipo de historias nunca terminan bien. Y si tú quieres tener ese tipo de vida, al principio todo va a estar bien, pero poco a poco se va a ir cayendo el castillo de naipes. Por eso es importante tocar este tipo de temas y poner este tipo de moralejas en las pantallas, para que las personas vean cuales son las consecuencias.
-¿Te imaginaste que “100 días para enamorarnos” lograría el éxito que ha tenido?
La verdad no. Yo sabía que teníamos una buena historia, sabíamos que teníamos un gran elenco, una gran producción; la verdad para mí esa es la fórmula, pero a veces no se da. Depende también el tiempo en el que estamos viviendo. Creo que con “100 días para enamorarnos” se alineó completamente todo. El tiempo que estamos viviendo, la evolución de la televisión, un gran elenco con el que se arriesgaron porque normalmente les gusta que los protagonistas sean muy famosos o muy comerciales. Y en este caso no era así. Eran mucho actor de cine, de teatro, algunos con mucha experiencia pero no tan famosos. Y se demostró que con una buena historia no se necesitan actores muy famosos o con miles de seguidores para llegar el corazón. Lo que se necesita son buenas interpretaciones y actores muy sensibles que logren tocar las fibras de las personas; y que sepan llevar el drama y la comedia muy bien.
Lo que a mí me parece más complicado es que hay muchísima competencia. Ahora con el poder de elección que tenemos ya no es tan fácil de pegar un éxito tan grande. Tienes demasiadas opciones. Yo sabía que sí podría ser un éxito pero pensé que iba a ser difícil por toda la competencia que tenemos, pero mira que sí sucedió. Fue una sorpresa para todos.
-En el Perú, “100 días para enamorarnos” ha estado durante mucho tiempo en el Top 10 de la lista de Netflix.
Justo nos toca un evento mundial de preocupación que es la pandemia. Y “100 días para enamorarnos” sale al aire siendo una serie que habla de amor, de temas tabúes, que maneja una comedia exquisita. Es ligera, es rápida. La gente se divierte, se relaje. Todos los elementos se juntan y pudimos llevar un poco de comedia a casa de todos que se encontraban en cuarentena. Y olvidarse un poco de lo que estaba pasado afuera.
-¿Cómo fue grabar una serie durante la pandemia?
La verdad fue muy difícil. Pero sobre todo por la histeria colectiva. Porque creo que eso es peor que el coronavirus. Entonces estábamos en un ambiente de muchos nervios, de mucha velocidad. No podíamos pasar mucho tiempo en los foros. Además, teníamos las restricciones. No podíamos tocarnos, no podía haber besos, no podía haber abrazos cuando es una historia de amor. Estaba muy complicado pero lo resolvimos. Trabajamos bajo una presión brutal. Y eso también hizo que salieran cosas muy mágicas porque nuestro cerebro estaba trabajando todo el tiempo en la forma de hacerlo todo más rápido para salir de esos foros, porque la gente estaba muy nerviosa. Ahora veo la serie y pienso que si no hubiéramos estado bajo esa presión no hubiéramos llegado a esos niveles de sensibilidad. Eso mejoró las escenas que eran dramáticas. Nos adaptamos y sacamos lo mejor que teníamos en ese momento.
-En “100 días para enamorarnos”, ¿se recurrió a pantallas verdes y a la tecnología para agrupar a los personajes en una misma escena?
Sí. Completamente. Tuvimos que resolver. Era eso o nos quedábamos sin “100 días para enamorarnos”. Los ejecutivos y Telemundo tomaron las mejores decisiones, utilizaron la tecnología que se tenía e hicieron todo lo que tuvieron en sus manos para realizar esta historia. Hubo un momento en el que nos habían cancelado. Lloramos a más no poder, hablamos con los ejecutivos e intentamos encontrar soluciones entre todos. Y sí se encontró. Nos iban a cancelar, ya era una serie que no iba a salir al aire. Hay cositas que no se ven muy bien, pero era eso o nada. Y también agradecer a la gente por haber apoyado esa situación. Lamentablemente, la primera temporada queda con muchos baches en la historia, y me imagino que la gente entendió. Y en la segunda temporada, con el ‘green screen’, esperemos que la gente haya entendido, que hicimos lo que pudimos.
-Durante la primera temporada, hubo escenas que parecieron cortadas. Por ejemplo, mencionan una fiesta en la que uno de los personajes es golpeado, pero en pantallas no aparece la fiesta. ¿Has recibido críticas de los fans por esto en las redes sociales?
Sí, obviamente recibimos muchas críticas. Pero en el personal, como sé el otro lado no me afecta. Al revés respeto mucho el trabajo de quienes realizaron este proyecto. Yo creo que los escritores sí se estaban volviendo locos en sus casas o estaban a punto de; porque tenían que ver que había faltado de grabar en la primera temporada porque requería a muchos actores en un mismo lugar. Que hablen bien, que hablen mal pero que hablen. Eso (las críticas) son parte del éxito.
-En la segunda temporada es bastante claro que hubo ediciones, y algo que se aprecia bastante es que algunos actores no se besan y solo lo simulan. ¿A qué otras estrategias recurrieron en la segunda temporada?
Eso que mencionas. En edición tuvieron que hacer que las personas se besaran porque no se podían besar en la realidad. Pero era demasiado importante un beso en esa escena de amor por ejemplo. Nos hacían prueba covid todos los días. Y desafortunadamente Ilse Salas salió positivo y tuvo que irse a su casa a recuperarse durante dos semanas. Y nosotros solo teníamos tres semanas para terminar de rodar la segunda temporada.
La perdemos a ella dos semanas. La regla era que si alguien salía positivo, toda la gente que había rodado con ella también se iba a cuarentena, y Mariana Treviño que hace Remedios, se fue a su casa. Las dos protagonistas estaban en su casa. Y todos pensamos: ¿qué vamos hacer? La manera de resolverlo fue que se buscaron dobles de Ilse y Mariana para poder grabar sus espaldas. Cuando terminaron su cuarentena, ellas grabaron en ‘green screen’ mientras nosotros ya habíamos terminado de producir. Eso fue lo que ustedes vieron y ha sido muy criticado pero pasó por eso. No fue nosotros quisiéramos haberlo hecho así de complicado.
-Tanto tu personajes como el de la abogada Jimena fueron tomando mayor protagonismo conforme avanzaron los capítulos, la química entre ustedes era muy buena en pantallas. ¿Te gustaría un spin-off de ustedes dos?
Sería increíble. Claro que sí. De la primera a la segunda temporada, pasaron siete meses trabajando juntas e hicimos un clic entre la magia de su personaje y la magia de mi personaje. Después nos volvimos tan buenas amigas. Trabajar bajo presión nos volvió más creativas. Nuestro foro era muy chico, solo podíamos grabar en casa de Jimena ocho o nueve horas, teníamos que estar todo el día muy frescas y activas. Eso hizo que tuviéramos más creatividad para sacar todo más rápido.
-En algún momento de la grabación de la serie, te cuestionaste si realmente podrías ser amiga de la otra pareja de tu pareja.
Sí, definitivamente. Creo que un error muy grande de la cultura machista es que le echan la culpa a la mujer. Cuando es él quien tiene dos mujeres, pero al final terminando culpando a la otra mujer. Es algo que tenemos cultural y que tenemos que empezar a romper. Por eso me gusta mucho la complicidad y ayuda mutua entre estas dos mujeres porque al final él es el que les destroza la vida, entonces ellas no tienen por qué destrozarse más la vida, sino al revés. Creo que es parte de la rebelión femenina y señal realmente al culpable.
-Algo que también expone la serie con tu personaje, es la búsqueda del sueño americano y lo difícil que es quedarse en Estados Unidos a vivir y trabajar. ¿Crees que Aurora simbolice el reto de varios mexicanos y latinoamericanos?
Sí, definitivamente porque refleja la realidad de personas que no pueden conseguir trabajo. Mucha gente viaja porque siente que ahí les va a ir mejor, que tendrán mejores oportunidades y eso también me gusta reflejarlo con Aurora. Yo también soy una inmigrante como Aurora. Yo alcancé mis papeles por mi trabajo y mi esfuerzo. Me gustó interpretar al inmigrante en los Estados Unidos.
-La segunda temporada tuvo menos episodios, y algunas historias terminaron más rápido que otras. Por ejemplo, Aurora regresó a su pueblo y no se supo más de ella. ¿Quedaste contenta con el final de tu personaje?
Yo creo que lo que sucedió fue que la historia ya estaba escrita, y cuando ya las series están escritas y grabadas no hay forma que tú puedas cambiar lo que vivirá el personaje. Puede ser que este personaje en la versión argentina no haya generado esta conexión con el personaje de Jimena, y bueno tuvo un fin rápido, express. Quizás no se sabía que se iba a generar esta magia entre estos personajes y ya estaba escrito, entonces no había forma de cambiarlo.
A mí no me gustó mucho el final de Aurora, creo que lo importante fue el desarrollo y no el final. El final se tenía que enfocarse en los personajes principales; y uno como actor de reparto o soporte tenemos que entender que primero que nada se deben cerrar las historias de los protagonistas.
-¿Cuál seria tu final alternativo?
Yo diría que conoció a un hombre maravilloso, que volvió a trabajar y que volvió a tomar las riendas de su vida y de su carrera porque era una mujer muy inteligente y trabajadora. Yo creo que así terminó Aurora.
-Además de esta serie, has participado en otras ficciones exitosas: ¿Cómo fue interpretar a la periodista María Celeste Arrarás en el “Secreto de Selena”?
Era mi primer protagónico. Fue muy importante. Siempre estamos acostumbrados a ver un lado de la historia. Y justamente en el “Secreto de Selena” estábamos mostrando otra versión de la historia. En todas las historias siempre hay más de una versión. Cada uno ve lo que sucedió a través de sus ojos. Esta fue investigación seria, una investigación periodística que fue muy atacada por la familia de Selena. Ellos querían guardar esta imagen de Selena como la niña inocente, que era una gran estrella, que nunca tuvo errores. Y nosotros queríamos mostrar una Selena que no era perfecta, que cometió errores, que como adolescente podría dejar un ejemplo muy grande en el mundo. Me gustó que una de las protagonistas era la asesina, no por darle protagonismo a la asesina sino por ver qué era lo que pasaba por los ojos de la asesina. Y también deja una lección a la juventud sobre saber a quién elegir como amigo. Esta fue una versión totalmente diferente de lo que se llevó a la pantalla de la vida de Selena. Hay cosas que María Celeste Arrarás descubrió que nunca se supieron como que Yolanda ya había planeado el asesinato de Selena dos veces antes de hacerlo. Compró una pistola, la citó, y Selena llegaba acompañada, y así dos veces hasta que llegó sola la última vez. Ese tipo de detalles se pueden ver en el “Secreto de Selena”. Para mí interpretar a María Celeste Arrarás fue un honor, porque ella es una gran periodista. Ella lucho mucho por esta historia porque se la querían bloquear, tuvo demasiadas amenazas, y eso la hizo la periodista que es hoy en día: la mujer fuerte y valiente. Para mí poder llevarla a la pantalla fue increíble.
-Uno de los campos más golpeados en la pandemia ha sido las producciones audiovisuales ¿Cuáles son tus nuevos proyectos?
Ahora estoy escribiendo una serie ya que desde hace tiempo ya traía varias ideas. Me junté con un escritor para crear algo ‘padre’, algo nuevo y actual. Son cosas que tardan tiempo, pero esperemos que al menos este año podamos tener el guion.
TE PUEDE INTERESAR:
- “Descuida, yo te cuido”: Eiza González y las razones por las que no la reconocerás en la película de Netflix
- “Ilusiones mortales”: ¿vale la pena ver el thriller erótico de Netflix? | CRÍTICA
- “100 días para enamorarnos”: vimos la segunda temporada y esta es nuestra crítica
- “100 días para enamorarnos”: ¿merece la pena ver la primera temporada de la serie en Netflix?