En las telenovelas mexicanas, cuando le dicen a alguien “güero” de cariño, se refieren a los rasgos físicos de la persona, usualmente ojos azules, tez blanca, cabello rubio y un cuerpo envidiable por el público. Gabriel Soto, la estrella más querida de Televisa por más de dos décadas, es conocido con ese apelativo en México y el mundo. Sin embargo, detrás de la coraza del antes Mr. Mundo (1996) y ex vocalista del grupo Kairo (1997), hay más que solo un hombre con un cuerpo atractivo. Él no es solo físico, sino también un alma entregada a la paz mental en la meditación, y un actor disciplinado que hizo la promesa de seguir experimentando el arte de la actuación hasta que la vida se lo permita.
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“¿Cómo es estar al lado de Gabriel Soto?”, preguntan las personas a esta redactora. “¿Intimida su presencia?”, “¡Qué envidia!”, dicen. Ese día, muy engripada, el primer encuentro es con cierta distancia. “Perdón, tengo gripe”, le anuncio. “Ay, qué importa”, me dice desafiando mi temor por el virus y se acerca a dar un beso en la mejilla. Está vestido de color rosa “Barbie”, le bromean en la sala, antes de poner “rec” para iniciar la entrevista. Y una risa aparece en su expresión del rostro, desde donde cuelgan unos lentes oscuros a las 9:30 de la mañana.
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El peruano conoce a Gabriel Soto siquiera por una sola telenovela que haya visto a la madre sintonizar por el canal de Las Estrellas. Su salto a la fama como actor, tras un largo paso como modelo de pasarela, fue “Amigas y rivales” (2001). Una pandemia después y con 25 proyectos de telenovelas culminados, Soto toma una oportunidad por la que está “agradecidísimo”, dice a Saltar Intro de El Comercio en una entrevista desde el hotel donde se hospeda en Lima: hacer cine peruano con la compañía Big Bang Films de Sandro Ventura y Adolfo Aguilar para la trilogía de “La peor de mis bodas”.
La madre de Salvador (Gabriel Soto), Leonor (Laura Zapata), espera poder casarse con Bruno (Ismael La Rosa), un empresario del rubro del bienestar mental. Con la mejor intensión, Maricielo (Maricarmen Marín) quiere ayudar a su ahora nuera para que sea feliz con el hombre que ama, a pesar de que la familia cuestione la diferencia de edades y la honestidad de la decisión. De hecho, el hijo de Leonor y sus amigos no están de acuerdo con la boda y pondrán de cabeza los preparativos del matrimonio.
"La peor de mis bodas 3" estrena el 27 de julio en cines. Integran el elenco Gabriel Soto, Maricarmen Marín, Carlos Casello, Ismael La Rosa, Carlos Palma, Laura Zapata, Milett Figueroa, Francisco Cabrera, Thiago Vernal y Canela China.
El actor mexicano también es padre de dos hijas, divorciado de la actriz Geraldine Bazán y ahora comprometido con Irina Baeva, actriz con quien denunció a la presentadora peruana Laura Bozzo por discriminación, amenazas y acoso sexual. En medio de ese capítulo de su vida, regresa al Perú para continuar con la promoción de la película, pero sin interés de compartir sobre el tema legal.
—¿Qué te llamó la atención de trabajar en una producción peruana cuando te convocaron para “La peor de mis bodas”?
Las oportunidades de trabajo siempre son una bendición enorme y hacer cosas fuera de México es algo muy padre (interesante), pero tuve dos razones importantes para aceptar. La primera es que quiero mucho al Perú. Aquí, viví seis meses en el 2003, acompañando a Martha Julia, una exnovia que actuaba en la telenovela “Luciana y Nicolás” en este país. Aquí descubrí dos de mis pasiones: la meditación y el boxeo. La primera, que es parte de mis días, la conocí cuando hice un curso en el distrito de Santa Eulalia. Diez días de silencio absoluto con una técnica que se llama Vipassana. Sobre la segunda, aprendí a boxear, porque tenía que hacer de boxeador en la siguiente telenovela donde actuaría, “Mujer de madera” (2004).
—¿Tú querías ser boxeador antes de ser actor?
Me ha encantado el boxeo desde siempre, pero nunca tuve la oportunidad de practicarlo. En Perú, empecé a hacerlo en la academia Moving Zen con mi sensei Jimmy Pool, peruano. Años después, hice una campaña con Maricarmen Marín para Cassinelli y, luego, ella y Adolfo (Aguilar) me hablan para hacer la película. El guión se me hizo espectacular y acepté.
—¿En qué etapa de tu carrera te encuentra la convocatoria para “La peor de mis bodas 3″?
Creo que estoy en el mejor momento en mi carrera. Estoy bendecido, agradecidísimo. Tengo muchos proyectos. Afortunadamente, acabo de ganar como Mi Actor Favorito en los Premios Juventud y filmé la telenovela “Mi camino es amarte”, que tuvo el rating más alto en una producción que haya hecho en mi carrera. Esta y “Amigas y rivales” han sido de mis proyectos más importantes. Después, no he parado. Me llaman para hacer cine, teatro, televisión.
—¿Cómo fue trabajar con Adolfo Aguilar?
Es maravilloso, siempre está ‘de buenas’, bromeando y jugando. La energía de los directores y productores, siendo las cabezas de la producción, es muy importante. Cuando son muy serios, ponen mucha rigidez en el ambiente y todo es muy tenso. Adolfo es todo lo contrario. Además, Maricarmen (Marín), el productor Sandro (Ventura) y Carlos Casello son gente que han trabajado muchos años juntos y se han conformado como si fueran una familia.
—¿Cómo fue reencontrarte con Maricarmen Marín y Carlos Casello para la tercera película?
Increíble. Disfruto venir al Perú, porque estuve tres semanas por el rodaje de la primera y la segunda película, y ellos me han cobijado como parte de su hermandad. Eso lo valoro y agradezco muchísimo. A Maricarmen, la quiero mucho, porque gracias a ella, pensaron en mí para “La peor de mis bodas”. Es importante destacar que hacer la tercera parte de una película no es fácil, porque las primeras tuvieron que gustar mucho a la audiencia. Son pocas las sagas así que existen.
—Hay una escena muy graciosa en la tercera película de un desnudo que protagonizas con Carlos Casello.
Grabar un desnudo es difícil (ríe). Finalmente, tu cuerpo es tu herramienta de trabajo y debe haber una seguridad. Cuando nos prestamos a hacer escenas así, sin caer en lo vulgar, grotesco o burdo, pues se justifica. Moisés Manzano, mi coach de actuación y de vida, lleva años conmigo. Él se forjó en el teatro y me cuenta que antes habían ejercicios que los hacían hacer todos desnudos. Voy a que, como actor, tienes que romper esas barreras de la pena. Porque debes hacer esas escenas también.
—¡En las telenovelas!
Claro, en televisión, hay más restricción, porque no se puede ver tanto (cuerpo) como en el cine. Pero, si mañana me toca hacer un desnudo, se tiene que hacer y perder ese pudor hasta cierto punto sin caer en lo malo o grosero.
—¿Y cómo fue reencontrarte con tu compatriota Laura Zapata?
Conozco a su familia, pero con ella nunca había trabajado antes de “La peor de mis bodas”. Ha sido la magia del cine vernos en varias escenas, porque con ella grabamos solo dos días juntos. Ellos empezaron a rodar un mes sin mí, porque estaba terminando de grabar el final de “Mi camino es amarte”, así que reprogramaron todo. Después, Laura tuvo que regresar a hacer un proyecto y yo me quedé en Perú filmando el resto de escenas.
—¿Qué producciones internacionales has hecho desde la pandemia?
Soy una actor exclusivo de Televisa por muchos años. Qué más internacional que una productora que le vende a más de 120 países. Es difícil grabar televisión en el extranjero, aunque puedo hacer cine y teatro. Hice “La peor de mis bodas”, pero realmente me enfoco en trabajar para la empresa.
—El formato de televisión va pasando a lo que son las plataformas. ¿Tú qué opinas de eso?
Es maravilloso. Fue uno de los objetivos principales en esta fusión que hizo Televisa con Univisión hace un par de años para crear VIX+, una plataforma con mayor contenido en habla hispana en el mundo. Los productores trabajan para lanzar cosas en televisión abierta y streaming. Es una oportunidad de trabajo increíble para nosotros.
—¿Pero no le temes a que el streaming pase a ser televisión?
Finalmente, el público está ahí en televisión abierta o plataformas, no importa. El streaming es la comodidad de que la gente lo puede ver cuando y donde quiera, pero en la televisión debes llegar a la hora, porque sino se te va la telenovela. Aún así, en México, todos los televisores pueden grabar contenido para ver después. Creo que todavía hay un público cautivo.
—¿A qué apuntas como actor?
He sido exclusivo de Televisa muchos años. En este momento, la empresa está en un crecimiento potencial. Espero seguir ahí, porque es donde me he forjado, crecido y aprendido. Me gustaría llegar a ser un ‘primer actor’, donde ya te dicen ‘maestro’ en todos lados. Tengo un abanico de posibilidades en Televisa y ahora con Vix+, que lo abre al mundo. En “Vencer la culpa” (2023), estoy haciendo de villano, cosa que nunca había hecho, y espero seguir explorando y experimentando en ese sentido.
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