Cuando Hugh Jackman presentó a Ryan Reynolds con Shawn Levy, les hizo una advertencia: ahora que se conocen, no podrán dejar de trabajar juntos. Y aunque ha pasado poco de ese primer encuentro, el protagonista de “Deadpool” y el productor de “Stranger Things” ya van por las dos películas como dupla creativa. Desde este 11 de marzo está disponible en Netflix “El proyecto Adam”, el segundo de sus trabajos en conjunto tras el éxito que les representó “Free Guy”. La misión, coinciden ambos, sigue siendo la misma: el hacer cine que entretenga, pero también que conmueva a la audiencia.
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“No quiero hacer una película que solo sea espectacular y divertida, también quiero lograr una conexión emocional con el público. Puede que yo siempre esté sentado en el set de filmación, pero una parte de mí también está sentada entre la audiencia y hago las películas para sentir lo que me gustaría sentir si estoy entre el público”, nos dice Levy en una conexión vía Zoom.
A Ryan Reynolds le ocurrió exactamente lo mismo cuando leyó el guion de “El proyecto Adam”, algo de la historia de Adam Reed, un hombre que viaja del 2050 al 2022 para alterar el curso de los hechos y salvar a su novia (interpretada por Zoé Saldana), resonó profundamente en él. La figura del viaje en el tiempo abre puertas en la trama para dos reencuentros muy importantes: el de un adulto con el niño que fue y el de un hijo con sus padres, este último, de especial memoria emotiva para el actor canadiense.
“Todos estos problemas que Adam, mi personaje, tiene con su infancia y sus padres son problemas que yo también tengo. Perdí a mi padre a muy temprana edad. Y cuando él muere, mis hermanos y yo nos unimos para cuidar a mi madre”, explica Reynolds que incluyó muchas frases de su historia personal en el guion final y en especial en una escena de mucha emotividad que protagoniza con Jennifer Garner, quien asume el rol de su madre en la cinta.
“Ese tipo de escenas son de las que te dan miedo hacer porque crees que la gente te va a tirar tomates si no salen bien. Ryan escribió mucho de esa escena con su propia madre en mente y creo que la gente se podrá identificar fácilmente. A mí se me hizo sencillo porque soy madre de adolescentes y sé lo que es preguntarse todos los días si lo estoy haciendo bien o no”, relata la actriz, que en esta película volverá a compartir plató con Mark Ruffalo, su colega en “Si tuviera 30″ (2004).
Un homenaje al cine ochentero
Otro elemento importante en esta película son las referencias a clásicos del cine: desde “Star Wars” y “Volver al futuro” hasta “ET” y “Stand by Me”, la estética y espíritu de algunos de estos títulos se asoman en la película para lograr un efecto de nostalgia, que ya se ha vuelto un sello de las producciones de Shawn Levy.
“Estas son películas gigantes, pero que nunca se alejan de la emoción. Nunca subestiman al público: ni a los niños ni a los padres, y queríamos preservar eso en ‘The Adam Project’”, explica Reynolds. “Así que sí podríamos decir que esta película es una carta de amor a las películas de ciencia ficción de los 80. Cuando trabajamos en ‘Free Guy’, Shawn y yo hicimos lo mismo, queríamos transmitir ese sentimiento en la película, pero creo que en esta se siente aún más”, añadió.
Un niño prodigio
Como ocurre en algunos de esos clásicos ochenteros referenciados por Shawn y Ryan en “The Adam Project”, esta historia también cuenta con un joven talento al que habrá que seguirle los pasos después de esta cinta: Walker Scobell, quien asume el rol de la versión infantil del personaje de Reynolds, cuando viaja al pasado.
Walker, confeso fanático de “Deadpool”, una de las cintas más taquilleras de la filmografía de Reynolds, contó que estuvo muy emocionado cuando logró el que es su primer papel en el cine, pues previamente solo había hecho obras en su escuela. “Estaba realmente entusiasmado cuando supe que tenía el papel y trabajaría con este elenco”, explicó el artista de 13 años, quien no podría haberse llevado una mejor impresión de su ídolo en el set: “Ryan es una de las personas más lindas que jamás conocerás”, afirma.
Y Reynolds también tiene palabras de elogio para este joven actor, a quien le atribuye el haber podido terminar la filmación antes de lo planeado y con mucho menor presupuesto del establecido con la productora. “Dejamos más espacio para el rodaje pensando que tendríamos que trabajar con un niño y que quizás necesitaríamos más tiempo para conseguir lo que quisiéramos de él, pero Walker vino tan preparado y era tan bueno y tan capaz de transformarse y jugar en el momento, que terminamos antes de lo previsto. Él realmente hizo nuestro trabajo mas fácil. Esta película vive y muere en su trabajo, no sería lo mismo si no hubiéramos tenido Walker Scobell en el papel”, dice tajante el canadiense.
¿Vendrán más proyectos para la dupla Reynolds/ Levy? Al director no le cuesta imaginar que sí, porque Ryan tiene una cualidad que lo hace muy a fin a él: “Amo que Ryan es una persona amable, muy normal y que se raja trabajando, pero sobre todo me gusta que respeta el tiempo de nuestros colaboradores. Nadie tiene que hacer del trabajo una angustia. El trabajo debe ser inspirador y divertido y una parte de tu vida, no tu vida entera”.