El autor de la nota, Ricardo Len, fue reconocido con el Premio Padre Uras de El Comercio en la categora Mejor Cobertura Noticiosa por sus trabajosFrontera abierta, Nadie detiene a los mineros informales que entran al Per, La frontera del Cenepa tambin es vulnerada por madereros de Ecuador, En el Cenepa hay al menos 70 madereros ilegales ecuatorianos y Resguardan la frontera para evitar el trfico de minerales.
ElPremio Padre Uras de El Comercio en la categora Mejor Cobertura Noticiosase otorga a quien muestre exhaustividad y pertinencia en el seguimiento de un tema de la agenda pblica que merezca atencin por parte del Diario. Son importantes la observacin de los detalles y la consulta de todas las partes involucradas en el caso. Se valora el uso de herramientas grficas, ilustrativas o multimedia, as como la combinacin de distintos gneros, como la crnica, el reportaje, la nota informativa o la pgina grfica. En cualquiera de las dos plataformas: impreso y online.
Ricardo Len, periodista de la seccin Regiones, es uno de los finalistas de los Premios Nacionales de Periodismo, del Instituto Prensa y Sociedad -IPYS, en la categora Reportaje Escrito, con la nota Cenepa, frontera abierta, publicada en enero en la revistaSomos. La crnica Nadie detiene a los mineros informales en el Per, tambin sobre el Cenepa, fue publicada en el diarioEl Comercioel 18 de enero.
Caprichos de la geografa: el Cenepa, lado peruano de la frontera con Ecuador, ah donde hace exactamente 20 aos se desarroll un serio conflicto armado, es tan serpenteante y agreste que para trasladarse de un puesto de vigilancia militar a otro uno tiene que viajar a pie y durante varias horas, a veces das. Aqu la distancia no se mide en tiempo, sino en posibilidades de llegar a algn destino.
Desde este territorio circulan de vez en cuando noticias, malas casi todas. A fines de noviembre del 2014, por ejemplo, el subteniente del Ejrcito Hugo Cabrera Tantalen, destacado en el puesto de vigilancia N 3, asesin con disparos de fusil a tres integrantes indgenas de su tropa: Alexander Bardales (18), Rober Kunchikui (19) y Luis Tsejem (18). Los tres le exigan ms comida, as que fueron a cazar. Cabrera los busc, discuti con ellos y los mat. La noticia lleg a Lima varios das despus. Es la misma ecuacin: la distancia, el tiempo, las posibilidades.
En el lado ecuatoriano de esta frontera, en cambio, la situacin es otra. El pueblo ms pegado a la lnea divisoria, La Herradura, cuenta con una pista de tierra que comunica con la localidad de Chinapintza, luego con Paquisha y finalmente con la ciudad de Zamora. En todo este recorrido hay luz, telfono, Internet, caminos. No solo son caprichos geogrficos: son ventajas.
SOBERANA BURLADA
En Zamora hay un monumento al minero artesanal. Es un territorio eminentemente minero donde hay artesanales, tambin informales e ilegales: en un censo elaborado en Ecuador en el 2010 se calcul que en Zamora hay 100 puntos de minera ilegal. Pero tambin los hay en nuestro pas, por lo que algunos prefieren cruzar esa frontera, ingresar al territorio desprotegido del Per y extraer material. Hay oro, mucho.
Decenas de estos ingresos ilegales han sido denunciados a las autoridades peruanas. Desde el 2003, diversas instituciones la Direccin de Energa y Minas de Amazonas, el Ministerio de Defensa, la cancillera y el Gobierno Ecuatoriano han sido notificadas, aunque no ha habido reaccin. En enero de 1995, las escaramuzas entre el Per y Ecuador comenzaron cuando militares ingresaron con armas a suelo peruano. Ahora son decenas de mineros los que rompen esa soberana, de noche y con un pico al hombro. La amenaza cambi de giro.
En junio del 2014, las incursiones de mineros ecuatorianos a suelo peruano alcanzaron un punto crtico. Un operario de la empresa minera Afrodita, que trabaja en el lado peruano, muy cerca de la frontera (es la nica entidad no militar en la zona), hall en un tnel una motobomba utilizada por los cueros as les dicen a los ilegales para succionar agua y extraer material. Los mineros se negaron y amenazaron al operario.
Das despus, el jefe del campamento de Afrodita, cuyo nombre es mejor no divulgar, encontr l mismo un tnel, a 15 minutos a pie desde el campamento. Dentro vio un generador elctrico para activar una motobomba; haba un solo cuero, as que el operario carg el generador hasta las oficinas. Sin embargo, apenas comenz a escribir el acta de incautacin, fue interrumpido por 12 mineros forneos que le exigieron, bajo amenazas, que les devolviera el motor. l les sugiri firmar un acta de compromiso, pero los cueros queran su motor. El encargado del campamento llam a los militares del puesto de vigilancia, pero el subteniente a cargo respondi que no ira por encontrarse enfermo.
Nadie acudi. Los ecuatorianos se llevaron el motor, su botn. Y anunciaron que regresaran por ms oro.
BALAS PERDIDAS
Puede un extranjero cruzar ilegalmente la frontera con tanta impunidad? Una vez en el Per, puede amenazar y amedrentar a un ciudadano peruano? No debieron los militares del puesto ms cercano acudir de inmediato y elevar una nota al alto mando de las Fuerzas Armadas, y este a la cancillera? Un joven militar de 21 aos, encargado de uno de los puestos de observacin fronterizo (tampoco diremos su nombre porque no estaba autorizado a declarar), explic a El Comercio: No es mucho lo que podemos hacer. Si los detuviramos, tendramos que llamar a un fiscal, pero el fiscal ms cercano est a tres das de camino. Patrullamos de noche armados, pero igual ingresan. Lo mximo que hacemos es disparar al aire para ahuyentarlos.
Pero no ahuyentan a nadie, y podemos suponer por qu. Juan Espinoza, dirigente vecinal de La Herradura, es tambin uno de los principales compradores de oro extrado en el lado ecuatoriano de la frontera. De vez en cuando le ofrecen oro trado del lado peruano, y sabe cmo reconocerlo: El oro ecuatoriano tiene 48% a 52% de ley (es decir, de pureza). El peruano a veces llega a 69%. Eso explica la demanda. Espinoza comenta, adems, que la manera ms fcil de que los cueros ecuatorianos ingresen a territorio peruano es ofreciendo dinero o vveres a los militares peruanos, a veces incluso les llevan prostitutas. Eso explica la oferta.
Durante el 2014 hubo varios relevos del personal a cargo de los puestos de observacin y vigilancia, entre ellos El Tambo y el puesto 4, los ms cercanos a la zona minera. Cuando El Comercio recorri esta zona semanas atrs, diversas fuentes reconocieron que los ingresos ilegales se haban reducido debido a que el nuevo militar a cargo no quiere recibir los dlares. Pero cualquier noche, si la demanda lo exige, regresarn.
El encargado del campamento de Afrodita revela que hay 144 tneles juntos suman 2 kilmetros de longitud en la zona, de donde los cueros ecuatorianos extraen sacos de tierra que luego procesan en su pas. Muchos de estos tneles han sido clausurados, pero los mineros los vuelven a abrir aunque los militares intenten alejarlos. Esos disparos al aire son siempre balas perdidas. Un territorio que el Per defendi con tanta valenta se est abandonando por tanta dejadez.