Cusco. En la comunidad de Kellococha (distrito de Lamay, provincia de Calca, en Cusco), el fro consume las defensas de propios y extraos. A 4.100 m.s.n.m. la nica estacin parece ser el invierno. Resbin an no cumple 3 aos y ya ha soportado severas afecciones respiratorias en muchas ocasiones. Mientras forma parte de una fila, gotas de sangre resbalan por una de las fosas nasales del nio. Una profesora lo atiende. Al frente tres hermanos limeos (nietos de un hngaro e hijos de un argentino que se mud al Per en su juventud) estn listos para entregarle un presente: una casaca trmica.

La ayuda ha llegado en la segunda quincena de diciembre, sin embargo no se trata de una campaa navidea. Juan Carlos (37), Patrick (36) e Ian (28) Sznak Bedregal llevan ya 14 meses repartiendo abrigos en diversas zonas altoandinas.

Hsėg, palabra hngara que significa calor, no solo es la marca de ropa que crearon el ao pasado con fines comerciales, sino un emprendimiento social. Por cada casaca vendida, la empresa dona una prenda similar a un nio pobre.

La iniciativa nace y vive por ayudar. Lo que llevamos es calor humano. Ese es el mensaje, refiere Juan Carlos.

Todo empez hace algunos aos en un viaje al Valle Sagrado, en Urubamba.

Fuimos testigos del sufrimiento de los nios de dos comunidades cercanas a la quebrada de Pumahuanca. Para llegar all tuvimos que caminar cinco horas, recuerda Ian.

CONDECORADOS La labor de los hermanos Sznak es silenciosa, pero no ha pasado desapercibida. Recientemente Kunan iniciativa de Global Shapers Lima y la alianza Gastn Acurio y Telefnica, Juntos para Transformar, con el aporte de Help Per, los premi en la categora Sierra y les entreg US$5.000.

Con este dinero se confeccionaron 383 casacas destinadas a seis comunidades rurales de Cusco, refiere Diego Valdeiglesias, gerente de proyectos de Kunan.

La consigna de la familia Sznak es entregar las casacas de manera personalizada. Han contado con la colaboracin de la organizacin Ahora Per para identificar a los ms necesitados. La tarea no es nada sencilla, pues ellos mismos son quienes conducen durante varias horas para llegar a zonas donde el Estado brilla por su ausencia.

Hasta el momento ya han abrigado a unos 1.700 menores de 16 aos, no obstante sienten que tienen mucho camino por recorrer.

En el Per hay ms de 2 millones y medio de nios viviendo por encima de los 3.000 metros de altitud; la mitad de ellos es pobre y necesita nuestra ayuda. Si no son las heladas, los afectan las nevadas o las lluvias, manifiesta Patrick.

Andrs Mamani, un padre de familia, lo escucha de manera discreta. Est al borde de las lgrimas, pues nadie ms les ha dado una alegra en vsperas de las fiestas de fin de ao.

Cualquier apoyo es muy sustancial para nuestras familias, pero en especial lo es el abrigo. Nuestros hijos estudian y trabajan soportando el fro. Ojal retornen otro da, sostiene con una fe inquebrantable.

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