El violento impacto de un tráiler contra el auto Nissan plomó de placa 42B-546, donde viajaba una familia y que era remolcado por un camión chatarrero a la altura del kilómetro 117 de la Panamericana Sur, Cañete, dejó tres personas muertas.

El vehículo menor había tenido un desperfecto cuando se desplazaba por la referida vía rumbo a Lima. Lidia Lagonez Escobar, su esposo, Rogelio Coronado Sandoval, y la hija de ambos, apenas de año y medio, quedaron varados de madrugada pero pidieron ayuda a Aquilino Santiago Chávez Quispe (50), quien conducía un camión cargado de chatarra acompañado de su hijo, Jorge Chávez Acuña.

El auto fue atado con sogas a la unidad de Chávez Quispe y luego remolcado, con la familia a bordo. Cuando recorrían el distrito de Asia, un tráiler que llevaba material reciclado a gran velocidad chocó por detrás a los dos vehículos. La colisión generó un incendio que afectó principalmente a los móviles de transporte pesado. El carro de la familia quedó a un lado de la vía. Ahí fallecieron Lidia Lagonez y su bebé. Aquilino Chávez y un ayudante que también viajaba con él murieron en el camión.

Rogelio Coronado, a pesar de estar herido le pidió a los paramédicos que lo trasladen a la Morgue de Lima y no a un hospital. En todo momento se negó a separarse de los cuerpos de su esposa e hija. Por el contrario, se aferró a estos con desesperación. Ahora es atendido en la clínica Ricardo Palma de Lima.

Herido de gravedad, Jorge Chávez fue trasladado al Hospital Rezola de Cañete, donde los médicos luchan por mantenerlo con vida. El chofer del volquete, Luis Hernán Villanueva Gómez, quedó intervenido por la Policía.