El río Rímac seguirá registrando hasta la primera semana de abril niveles muy altos en su caudal, próximo a 160 metros cúbicos por segundo, algo que no se observaba desde hace 14 años, informaron especialistas del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi).

Gladys Chamorro, especialista en Hidrología, precisó que el caudal más alto registrado en lo que va de este verano llegó a 158 metros cúbicos por segundo el último fin de semana y hoy se encuentra en 138 metros cúbicos por segundo.

Este registro duplica el límite máximo histórico del principal abastecedor de agua en Lima Metropolitana, anotó.

La especialista refirió que el incremento del caudal suele darse entre las 9 p.m. y las 3 a.m. y responde a las intensas precipitaciones pluviales registradas durante la tarde y parte de la noche en la cuenca alta del “río hablador”, sobre todo en la zona de Huarochirí.

Este 2013 ha sido considerado un año ‘muy húmedo’ y su precedente más próximo ocurrió en 1999, cuando el caudal superó los 100 metros cúbicos por segundo”, comentó en diálogo con la Agencia Andina.

ALTO NIVEL DE ABASTECIMIENTO EN REPRESAS Advirtió a las autoridades competentes y a la población que reside cerca de las riberas del Rímac que tomen las medidas de prevención necesarias para evitar situaciones de riesgo para la integridad de las personas, así como daños a viviendas y a la infraestructura vial como los puentes sobre su cauce.

La especialista dijo, sin embargo, que el aspecto positivo de este panorama de lluvias intensas en la cuenca del Rímac es que ha permitido que los niveles de almacenamiento de las represas asciendan hasta el momento a 90%.

Este nivel alcanzado permite vislumbrar que al término de la temporada de lluvias, a partir de la segunda semana de abril, se habrá garantizado el abastecimiento de agua potable y energía eléctrica a Lima Metropolitana durante el resto del año”, anotó.

RÍO CHILLÓN TAMBIÉN ALERTA Chamorro señaló que el río Chillón muestra un comportamiento similar al del Rímac, con caudales máximos que llegan a los 30 metros cúbicos por segundo, más del doble de su promedio histórico.

Las zonas más vulnerables se encuentran localizadas en los distritos de San Martín de Porres y Puente Piedra, donde existen puentes cuya precaria estructura podría colapsar si no se toman las medidas preventivas necesarias.