El 72% de los encuestados señaló que si hubiera reelección, votaría por otro candidato diferente a Castañeda.(El Comercio)
El 72% de los encuestados señaló que si hubiera reelección, votaría por otro candidato diferente a Castañeda.(El Comercio)

Hace apenas dos aos, cerca de los peajes de la discordia, la Panamericana Norte apareci tapizada con carteles azul y amarillo. En ellos la Municipalidad de Lima daba cuenta de la prxima construccin del intercambio vial Naranjal. Pero cmo era posible tanta rapidez si la nueva administracin llevaba solo unas semanas en el cargo? El mensaje de los anuncios sobrepasaba su literalidad: el flamante equipo municipal, con un manejo prctico y expeditivo, se haba puesto a trabajar en favor de la ciudad. Ese era el encargo del elector y lo estaban acatando. Con el acelerador a fondo. El detalle que se obviaba era que la obra era llevada a cabo por Rutas de Lima, como parte del contrato de concesin de la va suscrito con la gestin Villarn. Esto, como era de esperarse, no apareca en grandes caracteres (s, en cambio, el omnipresente Construyendo que todos los limeos vemos hasta en la sopa). Por ese entonces, trabajar de la mano de la empresa que tiene como uno de sus principales accionistas a Odebrecht no pareca ser un problema para el mejor alcalde de Lima de todos los tiempos. Incluso, unos meses despus, encabez la ceremonia de inauguracin del viaducto. Maniatado no se lo vea. Por el contrario, rebosaba de felicidad. Cundo se rompi el amor? Las violentas protestas del pasado 12 de enero en el peaje de Puente Piedra derivaron en dos hechos inditos: la ltima encuesta de El Comercio-Ipsos no solo seal una dramtica cada en su popularidad (ocho puntos en un mes, 22 menos que en octubre del ao pasado). Tambin, por primera vez, su desaprobacin fue ms alta que su aprobacin: 50% vs. 45%. Adems, que el 72% de los encuestados haya sealado que si hubiera reeleccin, votara por otro candidato debe haber provocado un ataque de histeria en los headquarters solidarios. El tefln, que por tantos aos fue su fiel compaero, sencillamente se acab. Todo esto explica su desesperado: Estoy maniatado, lanzado tras los violentos enfrentamientos, y ya con la encuesta en la mano, su enrgico: El peaje no va en plena serenata de aniversario a Lima. No va? Muy bien. Es la mejor decisin que ha podido tomar en mucho tiempo. Pero dnde qued su festejada capacidad de gestin, de prever estas situaciones de crisis, esas cualidades que lo convertan a decir de sus adlteres en el mejor alcalde de todos los tiempos? Al margen de la necesidad de investigar en qu condiciones se hizo esta concesin algo que la seora Villarn y sus funcionarios debern explicar, culpar de todo lo malo al antecesor, luego de dos aos en el cargo, carece de sentido. Lima, otra vez, es vctima de la nula visin de ciudad de sus autoridades. Linda manera de celebrar sus 482 aos de fundacin.