Estranguló y quemó a su madre. Marco Gabriel Arenas Castillo (22) no soportó más su cargo de conciencia frente a los detectives de la Policía que esta tarde lo interrogaban en la Dirincri y dijo que mató a la empresaria panadera María Rosa Castillo (53), tras aplicarle una llave en el cuello y prenderle fuego.

Según informó el general PNP César Cortijo, el certificado de necropsia establece que la mujer falleció con el 85% del cuerpo calcinado. Así fue hallado su cadáver hace cinco días en Manchay, Lurín. El sábado último este fue plenamente identificado con los signos de la empresaria.

Con el homicida también fue presentada su enamorada, Fernanda Lora Paz (18), sindicada como cómplice en el crimen. La joven sorprendió a Arenas Castillo cuando daba muerte a la empresaria en su vivienda de La Molina. No denunció el crimen y, peor aún, acompañó al estudiante de psicología al descampado donde el cuerpo fue quemado.

Ambos acusados son además compañeros de estudio en la Universidad San Ignacio de Loyola. En las investigaciones se estableció que Marco Arenas perpetró el parricidio tras ser increpado por María Rosa Castillo y su padre, Walter Arenas, debido al robo constante de joyas y dinero que realizaba en casa.