Un caballo de la Policía Montada murió ayer en inmediaciones del estadio de Alianza Lima, en La Victoria, luego de que unos barristas aliancistas atacaran al animal y a los agentes que intentaban controlar un enfrentamiento tras el partido jugado ayer entre los blanquiazules y Real Garcilaso.

Los vándalos atacaron al equino con piedras, palos e incluso en la zona se encontraron restos de bombardas. El animal quedó gravemente herido por horas, pero posteriormente dejó de existir.

En el asfalto también se aprecian huellas del herraje del caballo, el cual pataleó reiteradas veces debido al dolor.

“El caballo se cayó más de seis veces. Lo tuvieron desde las seis de la tarde hasta las 7 de la noche. No le hacían nada, el vetenirario no llegaba. Le pusieron anestesia y no le hizo efecto”, dijo una joven testigo al noticiero de TV “90 segundos”.

Según agregó, aproximadamente a las 6:30 p.m. llegó el médico para atender al caballo, pero finalmente le inyectó un líquido y el animal murió minutos después. Aparentemente, habría sido sacrificado.

Cabe recordar que este no fue el único hecho vandálico protagonizado por supuestos aficionados del fútbol. Presuntos barristas de Universitario de Deportes asesinaron de varias cuchilladas a un joven- en Cusco ayer por la mañana. Este se habría resistido a ser asaltado.

OTROS CASOS No es la primera vez que un caballo de la Policía Montada resulta afectado en plena actividad policial. Defensores de los animales han pedido la desactivación de esa unidad.

El 6 de setiembre, uno de los equinos que se dirigía al Estadio Nacional para brindar seguridad por el partido Perú-Uruguay, falleció frente al Parque Universitario. Un testigo dijo entonces a RPP que el animal convulsionó de un momento a otro y cayó a la pista.

Otro de los casos más trágicos fue el de la yegua Lamar, que tuvo que ser sacrificada luego de ser víctima de los actos vandálicos en inmediaciones de La Parada el 25 de octubre del 2012. El animal era montado por el policía Percy Huamancaja, que fue brutalmente atacado por los desadaptados.

En marzo del año pasado, un caballo se volcó en la avenida Abancay en medio de una protesta de trabajadores judiciales provocando que el policía que lo montaba cayera aparatosamente.