El cadáver de Ramón Castillo Gaete, el chileno líder de una secta que quemó vivo a un niño de dos días de nacido como parte de un ritual, permanece en la morgue central del Ministerio Público del Cusco.
A cuatro días de su descubrimiento, el cuerpo de Castillo Gaete aún no es recogido por sus familiares, quienes según informaciones de la prensa chilena debían llegar el sábado a nuestro país para proceder con los trámites de repatriación.
En declaraciones difundidas por Radio Programas, Wesly Astete, fiscal adjunto de turismo, señaló que hasta ayer “no ha tenido contacto con ningún familiar y solamente hubo comunicación telefónica, de la embajada de Chile con el presidente de la Junta de Fiscales” de Cusco, Carlos Pérez Sánchez, para ver este tema.
Castillo Gaete se suicidó el martes en una vivienda abandonada cerca de la Plaza de Armas de Cusco, al colgarse de una viga. La policía sospecha que el hombre tomó esa determinación luego de verse cercado por el operativo de búsqueda, que se inició en Chile y continuó en Perú.