Pese a que desde esta mañana el número de policías se incrementó en Casma para el control de eventuales nuevas protestas por la muerte del comerciante Alberto Coveñas Sernaqué, el clima de alerta en esa provincia ancashina se mantiene.

La alarma hoy se centró en el Mercado Modelo de Casma ante el temor de que un grupo de enardecidos pobladores intentara saquear el puesto de Raúl Coveñas Sernaqué, hermano de la víctima y uno de los principales sospechosos de haber planeado el homicidio junto con su esposa por una disputa por lotería.

Según informó RPP, personal del Serenazgo casmeño y policías municipales consiguieron disuadir a la turba. El establecimiento de Raúl Coveñas permanece cerrado desde el lunes último, día en que su hermano fue ultimado de dos balazos a manos de los sicarios Henry Mayorga Aguilar y Luis Javier Silva Aliaga.

Los comerciantes del citado centro de abastos se han visto en la obligación de cerrar sus predios y ponerse a buen recaudo. La policía ya patrulla la zona. En ese mismo lugar, un vendedor identificado como Rolando Pulache Silva refirió a la prensa que también había sido amenazado de muerte por extorsionadores e incluso mostró los escritos que los delincuentes le enviaban. Te llegó la hora… plata o plomo. Urgente”, decía en una nota.

En tanto, el alcalde Rommel Meza consideró que la delincuencia ha arreciado en Casma con el crecimiento poblacional dentro de nuevos asentamientos humanos. “Ahí se cobijan personas de mal vivir que han llegado desde otros lugares. Estas se han acoplado al sistema de extorsión y el sicariato. Ha influido además la falta de comisarías, policías y armamento. Aquí todos los delincuentes usan armas”, apuntó.