La caza o captura de delfines en el Perú está totalmente prohibida y constituye un delito ambiental que debe ser perseguido y castigado, afirmó el viceministro de Pesquería, Paul Phumpiu.
El funcionario se pronunció así respecto a la información difundida por la organización conservacionista Mundo Azul en el que se aprecia cómo los delfines son cazados para ser usados de carnada para los tiburones, que a su vez son extraídos para comercializar principalmente sus aletas.
Según señaló, el ministerio ha encargado al Instituto del Mar del Perú (Imarpe) una evaluación de los recursos en los que se determine las características de esa mala práctica, se analice el nivel de extensión de la misma y el potencial daño al ecosistema que están causando esa actividad.
Phumpiu dijo que, siendo la caza de esa especie el motivo principal de la matanza de delfines, el ministerio ha diseñado un Plan de Acción Nacional para la Conservación y Ordenamiento de Tiburones, Rayas y Especies Afines en el Perú que entraría en vigencia a mediados del próximo año.
Con esa herramienta legal se busca ordenar la extracción de tiburones y con ello el uso indiscriminado de delfines como carnadas.
GOBIERNOS REGIONALES El viceministro sostuvo que los gobiernos regionales son los responsables de la gestión de la pesca artesanal.
Agregó que se pedirá a los gobiernos regionales que determinen los mecanismos y las redes comerciales en las que operan esos delincuentes, con la finalidad de perseguirlos con el apoyo de la Policía Nacional, de la Dirección de Capitanías de Puertos y del Ministerio del Ambiente.
Otras acciones a emprenderse serán los operativos contra esas personas, la prohibición del uso de determinados aparejos y la realización de una campaña de sensibilización con la sociedad civil y las organizaciones privadas sobre la importancia de cuidar a esas especies.