LUIS SILVA NOLE

Entregan su tiempo voluntariamente y hasta arriesgan su vida para salvar las de los demás. Hoy, en el Día del Bombero, los hombres de rojo se la pasaron, como siempre, ayudando al prójimo. Atendieron dos terribles emergencias en el Cercado de Lima. A duras penas y con problemas logísticos lograron controlar primero un siniestro producido cerca de las 6 de la mañana en un almacén clandestino de madera y muebles, en el jirón Sebastián Lorente, en Barrios Altos; y luego otro incendio en una quinta de la cuadra 2 del Jr. Ocoña, iniciado cerca de las 11 de la mañana y que dejó dos personas muertas.

En medio de la segunda emergencia, varios bomberos aprovecharon para pedir a las autoridades mayor apoyo para equipar óptimamente a su institución. “En estos momentos el sentimiento terrible de perder una criatura lo sentimos todos los hombres que estamos trabajando acá. Invoco a que las autoridades a que nos ayudan a tener mejores unidades para responder a estas emergencias”, señaló Alejandro León, vice comandante departamental de Lima del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú, mientras dirigía las labores en la emergencia de Ocoña, donde fallecieron una niña de 6 años y un hombre de 70 años.

“Lima carece de unidades aéreas. La única que hay es la de Miraflores. Tenemos unas chicas que datan de la década del 80 y que cada tres meses debemos reparar. Que nos equipen bien para demostrar nuestra vocación de servicio de la mejor manera”, añadió León.

Augusto Franklin, bombero desde hace 32 años, resumió la vocación de servicio que se respira entre los hombres de rojo. “Esto es lo de todos los días: servicio a la comunidad. La gente nos necesita y hay que servir. Nosotros no tenemos descansos, ni Navidad ni Año Nuevo, ni nada”, comentó también en el jirón Ocoña.

Hoy, 5 de diciembre, se celebra en todo el Perú el Día del Bombero. Es una fecha en la que se recuerda la creación de la primera compañía de bomberos voluntarios en nuestro país, la Unión Chalaca N°1, fundada hace 153 años.

En el mismo jirón Ocoña, el comandante de bomberos Joaquín Escobar indicó que por la mañana se dirigía hacia una ceremonia en la sede institucional de los bomberos cuando se enteró del incendio de la quinta, al cual acudió inmediatamente. “Nuestras esposas, nuestros hijos, nuestros padres entienden la labor que hacemos. Mi jefe en mi trabajo particular también, felizmente. El ser bombero debe nacerle a uno. Apoyar a los demás, incluso a costa de lo que podemos más preciado que podemos perder, la vida, es nuestra vocación”, dijo Escobar en medio de mangueras y cisternas.