MARTHA MEIER M Q. Editora Central de Fin de Semana
Hay imágenes que estremecen por la realidad que visibilizan e indignan por la pasividad de las autoridades para revertir esa realidad. De esas imágenes está poblada “Amazon Gold”, el potente documental que narra la devastación ambiental derivada de la minería ilegal en Madre de Dios, una de las zonas más hermosas y de mayor biodiversidad del planeta.
La minería ilegal –que algunos prefieren llamar informal y otros “artesanal” pese a la sofisticada maquinaria utilizada– aniquila y convierte en montículos de tierra muerta y contaminada miles de hectáreas donde dominó la maraña tropical. Estamos ante uno de los mayores problemas ecológicos de la Amazonía peruana… ¿Y el Gobierno? Bien, gracias.
Sarah DuPont, de Amazon Aid y productora de este testimonio audiovisual, arriba mañana domingo a Lima con su obra bajo el brazo: un intento de llamar la atención sobre la fiebre del oro ilegal, que enferma, envenena y mata.
Miles son atraídos por ese “resplandor diabólico”, sinónimo de dinero rápido y fácil –más de 800 millones de dólares anuales– gracias a la ausencia del Estado y, especialmente, al desinterés del actual gobierno por erradicar la lacra.
“Amazon Gold” se filmó en el 2011, el mismo año en que la investigación de J. Swenson (Universidad de Duke) analizó imágenes satelitales del período 2003-2009 y demostró que, en Guacamayo, Colorado-Puquiri y Huepetuhe, hasta 6.000 hectáreas de bosques primarios y humedales habían sido arrasados por esa minería. Y la deforestación y la contaminación con mercurio siguen como la ilegalidad, expandiéndose.
El documental registra el viaje clandestino de dos periodistas que llegaron al corazón mismo de la destrucción, acompañados por el biólogo tropical peruano Enrique Ortiz.
Cada vez se entienden mejor los servicios brindados por los ecosistemas para la sobrevivencia, el desarrollo, la salud y la economía. Cada vez hay más evidencia de los vínculos de las epidemias con el desequilibrio ambiental. Algo que viene investigando Predict (Predice), un proyecto financiado por fondos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).
“The New York Times” publicó recientemente “Ecología de la enfermedad”. La nota sostiene que “las enfermedades emergentes se han cuadruplicado en el último cuarto de siglo, principalmente por la creciente intrusión humana en los hábitats de regiones tropicales”. Explica también que “desarrollar los bosques equivocadamente puede abrir una caja de Pandora” (de pandemias, se entiende).
La minería ilegal: destruye el ambiente, promueve la delincuencia y trata de personas en las zonas donde opera y, de paso, amenaza la salud pública. ¿Por qué la inacción estatal para erradicarla?
Ya se susurra que al seguir la pista del dinero y el blanqueo de ese oro se termina en una oficina gubernamental limeña. Todo es posible. ¿No?