LUIS GARCÍA BENDEZÚ / MARTÍN ACOSTA GONZÁLEZ

El feminicidio, la forma más extrema de violencia hacia la mujer, aumentó en los últimos tres años en Lima. Si en el 2012 habían sido asesinadas 27 mujeres en la capital, entre enero y octubre de este año el número de víctimas llega a 45.

La mayor parte de los agresores son las parejas o ex parejas de las víctimas; los celos desmedidos impulsan a los criminales casi siempre.

Según el último estudio del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), las mujeres más vulnerables a feminicidios son jóvenes de entre 18 y 35 años. Otro informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) revela que el 37,2% de peruanas ha sufrido agresión física o sexual de sus parejas.

La agresión física implica empujones, patadas, amenazas con arma de fuego y hasta violaciones. Se trata de casos como el de Rosa Román, dirigente del programa de Vaso de Leche de Lima Metropolitana. Ella soportó durante 20 años las palizas de su esposo hasta que decidió separarse para acabar con el martirio. Actualmente, apoya a otras mujeres a seguir sus pasos.

Pero las mujeres que denuncian las agresiones en sus hogares aún son minoría.

La última evaluación del Ministerio Público revela que seis de cada diez víctimas de violencia doméstica no acuden a las autoridades por temor a represalias. Este año, entre enero y setiembre, la fiscalía recibió 110 mil denuncias por violencia.

Según el Observatorio de la Criminalidad del Ministerio Público, desde el 2009 unas 573 mujeres han sido víctimas de feminicidio en el país. Esta institución, que solo recoge las denuncias que llegan a la fiscalía, ha registrado 59 casos de feminicidio de enero a noviembre.

El MIMP señaló ayer que, luego de Lima, las regiones del país con mayores índices de asesinatos de género son Junín, Ayacucho, Arequipa y Áncash.

“El feminicidio es el último eslabón en esta cadena de violencia familiar. Las agresiones empiezan con gritos y jaloneos; se evidencian una escasa cultura de valores y falta de autoestima”, explicó a El Comercio Ana Mendieta, jefa del Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual del MIMP.

Según un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), publicado el año pasado, el Perú ocupa el tercer lugar entre 12 países con mayores índices de violencia contra la mujer. Solo estamos por debajo de Bolivia y Colombia.

Asimismo, el documento de la OPS señala que en el Perú hay un 5,3 de mujeres que consideraban justificado que un marido golpee a su esposa. “Lima aún no alcanza los índices [de feminicidios] de algunas ciudades de Latinoamérica, pero esto no nos deja más tranquilos. El incremento [de casos] nos pone en una situación de alerta”, indicó Mendieta.

Al respecto, la presidenta de la ONG Flora Tristán, Diana Miloslavich, opinó ayer que es positivo que el país cuente con un plan nacional para prevenir la violencia hacia la mujer. “No obstante, es necesario que los sectores Educación y Salud designen un mayor porcentaje de su presupuesto a esta labor”, dijo la activista.

Ayer, durante una ceremonia por el Día Internacional de Erradicación de la Violencia contra la Mujer, cinco ministerios se comprometieron a incrementar sus esfuerzos para combatir el maltrato.

El ministro de Educación, Jaime Saavedra, prometió crear una asignatura en los colegios que alerte sobre los feminicidios y fomente la buena convivencia.

El sector Interior se comprometió a mejorar la atención en comisarías a mujeres maltratadas y el de Justicia anunció que se incrementará en 100 los asesores legales al servicio del MIMP.