FABIOLA TORRES LÓPEZ

El economista Julio Lazo Manrique, de 50 años, tiene una empresa de asesoría financiera en San Isidro y se jacta de haber sido el gerente general de la Caja Metropolitana que diseñó el programa Cajagas para la adquisición de taxis en la gestión anterior. Sin embargo, Lazo oculta que la Fiscalía Provincial Penal 49 de Lima lo investiga por su participación en un millonario fraude crediticio contra esta entidad que benefició los negocios de su familia.

El 2010, mientras fue gerente de la Caja Metropolitana, Lazo autorizó dos préstamos por un total de US$3’420.000 a favor de su primo hermano Julio Aguilar Lazo y la empresa Sebem S.A.C., constructora asociada con este para edificar un centro comercial en Surquillo.

Sin embargo, el proyecto nunca se hizo y el primer crédito por US$1’660.000, otorgado el 1 de junio del 2010, tampoco se pagó. El dinero era para la compra del terreno del futuro centro comercial y la garantía que ofreció Sebem S.A.C. fue la misma propiedad financiada, pero se encontraba invadida y sobrevalorada, como luego comprobaría el personal de la caja. Además, los documentos con los estados de cuenta de la constructora estaban adulterados.

Pero estos graves hechos no fueron observados por Lazo Manrique y otros seis funcionarios que avalaron el préstamo con las facilidades que ningún otro banco otorgaría: dos años de gracia completos. Es decir, durante ese período el deudor estuvo liberado de pagar los intereses y el capital del crédito.

Aún así, la constructora Sebem S.A.C. nunca hizo el mencionado centro comercial que se suponía estaría a cargo de AV Proyectos y Construcciones, la empresa de Julio Aguilar Lazo.

En diciembre del 2012, el préstamo fue categorizado como una millonaria pérdida para la Caja Metropolitana. Por ello, el 28 de febrero pasado los abogados de la entidad denunciaron a Lazo Manrique y a seis ex funcionarios por estafa en la modalidad de fraude crediticio. Como prueba del delito, presentaron los informes de evaluación crediticia con datos falsos que tenían el claro objetivo de favorecer a los solicitantes del crédito. Todos los documentos llevan la firma de Lazo Manrique.

El segundo préstamo, por US$1’760.000, fue en beneficio directo de Julio Aguilar Lazo, quien gracias a su primo gerente consiguió que la Caja Metropolitana le entregara esta cantidad el 17 de setiembre del 2010. Ello, sin haber presentado algún proyecto de inversión asociado que justificara el desembolso.

Si bien hipotecó 12 inmuebles de su empresa en garantía, Aguilar Lazo no pagó a tiempo el préstamo y la caja tuvo que vender varias de sus propiedades para recuperar el dinero.

LA EMPRESA DEL SOBRINO Lo cierto es que Julio Lazo Manrique, quien fue el administrador de las cuentas bancarias de la Municipalidad de Lima entre el 2008 y 2010, avaló más negocios a favor de su familia mientras tuvo el control de la Caja Metropolitana.

El Comercio descubrió que Global Intel S.A.C., empresa de propiedad de José Aguilar Sotero, su sobrino de 23 años e hijo de Julio Aguilar Lazo, fue una de las compañías contratadas como garante crediticio y supervisora de los taxis financiados por el programa Cajagas.

Lazo Manrique firmó un convenio comercial con Global Intel el 13 de setiembre del 2010, apenas dos meses después de creada dicha empresa con un capital social de S/.100 mil, monto considerado insuficiente para garantizar una cartera de créditos de S/.50 millones. Sin embargo, la Caja Metropolitana le pagó por adelantado a esta empresa sus servicios de un año como garante y supervisora de los créditos de 1.000 taxistas del programa Cajagas. El monto fue de S/.1’198.000.

Global Intel se benefició con las comisiones anuales de S/.1.198 que cobró a cada taxista por concepto de “pagos a operador financiero”. Fue así como se denominó al servicio de aval crediticio y supervisión por rastreo satelital del vehículo que los taxistas pagarían durante los cinco años de su crédito.

Para esta empresa, el negocio fue redondo porque la Caja Metropolitana no solo desembolsó por adelantado el dinero de sus comisiones de un año, sino que también le compró los equipos de GPS instalados en los 1.000 vehículos financiados.

Por cada uno cobró S/.1.029, lo que en conjunto sumó otro millón de soles que la Caja Metropolitana le pagó también por adelantado. El costo de los equipos fue luego cargado a la cuota del crédito de los taxistas. Este Diario visitó la sede de Global Intel, ubicada en Surco, pero se trata de una vivienda donde ya no funciona la empresa.

EL PERSONAJE EL ADMINISTRADOR DE LAS CUENTAS DEL MUNICIPIO Julio Lazo Manrique fue uno de los principales funcionarios de confianza de Luis Castañeda Lossio durante sus dos períodos de gestión en la Municipalidad de Lima. El 2008, el alcalde lo designó administrador de las cuentas bancarias del municipio, una responsabilidad que compartió con la Gerencia de Finanzas de la Caja Metropolitana. Antes, Lazo Manrique estuvo en la Gerencia de Administración y Finanzas del Fondo Metropolitano de Inversiones y el directorio del Servicio de Parques de Lima (Serpar). Desde marzo hasta diciembre del 2010 asumió la Gerencia General de la Caja Metropolitana.