La explosión de un mineroducto concentrado de zinc y cobre de la empresa minera Antamina ocasionó la intoxicación de 54 comuneros de Santa Rosa, en la provincia de Bolognesi, Áncash, y la contaminación de un sector de los terrenos de cultivo y canales de regadío, según denunció el presidente de la comunidad campesina Yamor, Owen León Gambino.

La válvula, ubicada a la altura del kilómetro 110 de la vía Pativilca-Conococha, estalló el miércoles y el olor de las sustancias tóxicas todavía persiste hasta hoy, según informó Cristina Fernández, corresponsal de El Comercio.

Los pobladores cercanos a la zona, sin implementos de seguridad, y varios trabajadores de Antamina intentaron controlar la fuga de minerales, pero este llegó hasta el río Fortaleza, lo que afectó los terrenos de cultivo.

Los comuneros de Fortaleza, Santa Rosa, Chaquistambo y Cajacay que tuvieron contacto con el material resultaron afectados y fueron trasladados a las postas de salud locales, pero seis de los afectados más graves fueron derivados al hospital Víctor Ramos Guardia, de Huaraz, por presentar vómitos y malestar corporal. Entre ellos hay una mujer embarazada identificada como Mayela Flores Caqui.

Por el momento, la Dirección Regional de Recursos Naturales de Áncash, a cargo de Erik Mautino, viene realizando un monitoreo de la situación, pero hasta ahora se desconoce la magnitud de los daños sobre la salud de los afectados, así como del impacto en la flora y fauna de parte de los minerales altamente tóxicos.

LA VERSIÓN DE ANTAMINA En un comunicado, Antamina aseguró que fue una “falla técnica” la que provocó la ruptura de un codo de tubería.

Aunque aseguró que la mayor parte de la carga de concentrado pudo ser recibida y contenida en una poza de contingencia, Antamina admitió que una fracción de la misma alcanzó una cuneta sin llegar al río Fortaleza.

Pese a que aseguró que la situación fue controlada, una nota de Andina indica que fueron 52 personas las atendidas en el puesto de Salud de Santa Rosa mientras que otras 9 (entre las que se cuentan cinco niños y una mujer embarazada) fueron trasladadas a una clínica privada.