A las afueras del pueblo de Végueta, a pocos minutos de Huacho, se encuentra Vichama, sitio arqueológico de la civilización Caral. Es en este lugar donde se ha hallado, hasta el momento, el más antiguo ídolo en forma de batracio del país. Así lo informa el arqueólogo Carlos Bacigalupo, encargado del lugar por el Programa Especial Arqueológico Caral-Supe.

El especialista añade que este ser es probablemente la más temprana representación del culto andino a los sapos como portadores de lluvias y fertilidad.

Hace unos años, el PEACS, liderado por la doctora Ruth Shady, empezó a trabajar este lugar para prevenir su destrucción y posible huaqueo.

En sus 136 hectáreas de extensión se le dio atención a las áreas afectadas por alguna intervención contemporánea. Una de ellas es la zona de la llamada Pirámide de las Cornisas, la que sufrió una excavación informal en la década de 1970.

Obligados por las circunstancias, tuvieron que iniciar trabajos de excavación ahí. La sorpresa fue descubrir, luego de retirar las capas de arena, una figura singular. Se trata del rostro de un batracio con manos humanas, hecho en altorrelieve con arcilla. La incisión que se conocía previamente era el inicio de un rayo que termina en el cráneo del sapo.

La arqueóloga Tania Abad comenta que esta estructura pertenece al período menos antiguo de este asentamiento, alrededor de 1.800 a 1.600 años antes de Cristo. Corresponde a dicha época los frisos y demás decoración que caracteriza el lugar.

Una hipótesis que se baraja es que este ídolo en forma de batracio se relacione con la numerosa cantidad de esqueletos de sapos hallados en una pirámide cercana.