JOHNNY AURAZO

Trujillo. El dolor para la familia de la joven Carla Mejía Alcedo no termina. Los padres de esta habían programado sepultar sus restos óseos, más de un año después de haber sido declarada como desaparecida, pero tremenda fue la sorpresa que se llevaron en la morgue de Ascope, La Libertad. Ahí iban a reclamar la osamenta pero había desaparecido.

“No puede ser que además de no saber cómo mi hija falleció, porque solo se encontraron huesos de ella, tengamos que pasar por una situación así el día que decidimos darle sepultura”, declaró a El Comercio Victoria Alcedo Valderrama, madre de Carla Mejía.

Según la mujer, junto con su esposo y otros familiares fueron a la morgue de Ascope para solicitar los restos óseos de la joven, pero trabajadores les informaron que estos habían sido entregados a un empleado municipal para que sean enterrados en el cementerio del lugar. Ello debido a que “nadie los reclamaba”.

“De acuerdo con el señor Jimmy Santos Cosme, jefe de la morgue en Ascope, la osamenta de mi hija fue entregada el 17 de julio por la técnica Noemí Sánchez Mesta, junto a otros restos humanos para que sean sepultados en el cementerio de aquí (Ascope). Cómo van a hacer eso, si se supone que los huesos de Carla estaban lacrados por estar todavía su caso en investigación”, expresó Victoria Alcedo.

Ante esta situación, hasta la morgue de Ascope llegó la fiscal Patricio Pinedo, quien ordenó la exhumación de los restos en el cementerio del lugar. Ahí se determinó que los restos sepultados en julio no pertenecían a la joven.

Los padres de Carla Mejía pagaron más de S/.4.000 al Ministerio Público por los ocho meses que la supuesta osamenta de su hija estuvo guardada en la morgue.

¿CRIMEN O SUICIDIO? El caso de Carla Mejía conmovió a Trujillo el año pasado. La universitaria de 26 años desapareció el 22 de junio del 2012 después de que su madre y su hermana la dejaran en su domicilio de la urbanización Los Cedros.

Tras una intensa lucha por encontrarla, el 10 de octubre el pescador Juan Charcape encontró una osamenta en la playa de Huaca Larga, Magdalena de Cao. El 27 de febrero de este año, el laboratorio de energía molecular y ADN del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses confirmó que los restos óseos correspondían a Carla Mejía. La familia realizó una contraprueba en un laboratorio particular y esta corroboró los primeros resultados.

En junio, la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo, encargada de las investigaciones, decidió archivar el caso, pero los padres de Carla han apelado, pues consideran que la universitaria fue secuestrada y luego asesinada.

Los restos de Carla Mejía iban a ser sepultados hoy, a las 4 p.m., en el cementerio Parque Eterno en Trujillo. En su vivienda, sus familiares y amigos se quedaron esperando sus restos para que sean velados.