La Municipalidad de San Isidro va a construir en la zona un pequeño parque de juegos para que los niños que viven cerca del lugar, así como otros visitantes, puedan distraerse. (Consuelo Vargas/El Comercio)
La Municipalidad de San Isidro va a construir en la zona un pequeño parque de juegos para que los niños que viven cerca del lugar, así como otros visitantes, puedan distraerse. (Consuelo Vargas/El Comercio)

Antes de ser Banco de la Nacin, el local originalmente ubicado en la esquina de Nicols de Pirola y el jirn Lampa fue la sede del desaparecido Banco Comercial del Per. Este fue un hermoso proyecto de Enrique Seoane que le haca justicia al lugar y a la arquitectura peruana antes de ser demolido a causa del lamentable incendio en la Marcha de los Cuatro Suyos.

En el ao 2012, Alejandro Toledo inaugur la Plaza de la Democracia, honrando tambin a las vctimas de aquel incendio. Lo curioso es que, como muchas veces sucede, aqu las autoridades le tienen una gran desconfianza a los lugares pblicos y la plaza estuvo enrejada por mucho tiempo (no es acaso simblico que un espacio que honre a la democracia haya restringido la entrada a los ciudadanos?).

Los simpatizantes de Julio Guzmn la han hecho suya recientemente en un ejercicio democrtico y siempre he pensado que la mejor prueba de que la democracia existe se da precisamente en los encuentros en espacios pblicos, donde el comn de la gente puede socializar, hacer deporte, conversar, culturizarse, etc. Este es el sostn de nuestra endeble democracia. El gora de los viejos atenienses. Precisamente, esa democracia tan puesta en peligro en los aos del terrorismo hizo que se restringieran los espacios pblicos y se les cercaran. Hasta hoy sufrimos los rezagos de esto con las calles que se enrejan, por ejemplo. Recuerdo que hasta no hace mucho existan parques en donde no se poda pisar el csped. Increble.

Si un perro vive metido toda su vida en una casa, le comienza a ladrar a todo perro que cruce frente a su sitio. El da que sale cree que los alrededores son tambin su territorio y se trenzar con cualquier otro perro. Algo as ocurre con estos aos que nos han hecho desconfiar del otro. No te estaciones en mi cuadra o no vengas a mi parque son pensamientos enquistados en la psique de otros tiempos, cuando justamente necesitamos que estos espacios cumplan la funcin de construir ciudadana. Esta ciudadana no est exenta de retos y cuestionamientos, pero nos permite mirarnos y establecer reglas de convivencia.

Algo de eso sucedi con la controversia acerca del Parque El Olivar. Sanas preguntas nacieron de all: Puedo hacer una fiesta infantil? Puedo poner un toldo? Puedo comer en el parque? Puedo poner msica? Para qu sirve un parque? Nadie debe arrogarse el derecho de la posesin ni de lo que se puede o no se puede hacer en un espacio pblico, eso le compete a las autoridades y por eso, tambin, el pblico debe cuestionar a sus autoridades para definir reglas de convivencia que sean consensuadas.

Poner rejas es lo ms fcil, lo difcil es sacarlas porque nos obliga a encontrarnos cara a cara, a buscar reglas, a saber qu es lo que se puede o no se puede hacer. Esos son los retos que como sociedad debemos estar dispuestos a afrontar para fortalecer la democracia que se nutre de estos pequeos gestos que parecen nimiedades pero no lo son.

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