Pareciera ser que el drama de Lima es debatirse entre hacer ciudad de forma atvica o ingresar a la modernidad como metrpoli. A continuacin, dos recientes ejemplos.
Jos Gallardo, ministro de Transportes, dio a conocer hace unos das la propuesta de un sistema de movilidad para Lima Metropolitana (El Comercio 9/11/15). Tena indudablemente como referente el Plan Regional de Desarrollo Concertado al 2025, que propone los trenes de cercanas a las ciudades de Huaral, Huacho y Caete, en el norte y sur chicos, respectivamente, as como a dos ciudades autosostenibles en las pampas de LurnSan Bartolo y Ancn. Asimismo, mencion la va periurbana que va desde Pucusana hasta Ancn y las cuatro lneas de metro que atenderan el 20% de la demanda, inspirndose para ello en el PLAM al 2035. Adicionalmente ha anunciado la creacin, por fin, de la autoridad nica de transporte. Pero todo esto es la mitad de la pelcula.
La otra mitad tiene que ver con el uso del suelo. Ello ya que la vialidad solo tiene sentido como una funcin que democratiza y organiza el uso del espacio bajo una visin de ciudad. Por lo tanto, ser clave recalificar el suelo de la ciudad ya consolidada y definir urbansticamente el nuevo suelo que ser incorporado gracias al sistema de transporte. Este comprende unas 5.000 hectreas entre el norte y el sur, cuyo ingreso al mercado debe ser programado. Estos son planteamientos que consolidan el arribo de la metrpoli a la modernidad, representada por los acuerdos sociales que se adopten, y un orden urbanstico no excluyente, a despecho de la premodernidad constituida por las invasiones, el trfico de tierras, la informalidad y la pura especulacin privada.
Sin embargo, sorprendentemente, la Municipalidad de Lima acaba de aprobar la Ordenanza de Procedimientos de Cambio de Zonificacin, basada en el dictamen 031 de la Comisin de Desarrollo Urbano, que es un saltapatrs en el concepto de zonificacin. Ello pues posibilita el cambio de uso por lote, y en cualquier momento del ao.
La zonificacin es uno de los instrumentos de ordenamiento del territorio, que traduce un propsito de ciudad con su correspondiente asignacin de usos de suelo. Es la propuesta de actividades, alturas, densidades, crecimiento, de acuerdo a los intereses de la ciudad. Esa propuesta es la hoja de ruta para los inversionistas.
El siglo pasado el cambio de zonificacin se modificaba a simple pedido de parte y por decreto de alcalda. Luego se modific la aprobacin a una vez por ao, con acuerdo distrital y consulta vecinal, a travs de un acuerdo de consejo. La ordenanza aprobada ahora es una suerte de regreso a la premodernidad en la que cualquier interesado de parte podr solicitar el cambio que se le antoja a contrava de lo que seala el plan de la ciudad. La ciudad quedara a merced de los pedidos a la carta.
Ese es el drama de la capital: avanzar de una parte y desandar lo andado de otra.