EL COMERCIO
Dos de los ocho nuevos trenes del Metro de Lima debieron de empezar a operar entre las estaciones Villa El Salvador y Grau en la primera semana de marzo. Pero esto no ha sido posible, porque esos nuevos vehículos son incompatibles con los antiguos que actualmente circulan por los rieles.
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) reconoció a El Comercio que el acoplamiento no es posible “debido a que la tecnología del tren antiguo [de fabricación italiana] es de hace 30 años y no es compatible con los nuevos trenes”, que son de franceses. Así, en una emergencia, los nuevos trenes no podrían remolcar a los antiguos.
El contrato de concesión, suscrito en abril del 2011, precisa que las piezas de acoplamiento del nuevo material rodante deberán ser del mismo tipo y modelo que el utilizado en los cinco trenes que operan actualmente.
Ante la disyuntiva, el concesionario propuso conectar los trenes antiguos con los nuevos de manera mecánica y no electrónica, en caso sea necesario que uno remolque al otro. Así, tanto el concedente como el concesionario han solicitado incorporar la alternativa del enganche mecánico al contrato de concesión a través de una adenda. Según el vocero del Metro de Lima, Fernando Deustua, las negociaciones con Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico (AATE) van por buen camino.
A LA ESPERA DEL SERVICIO El Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositran) emitió su opinión y la notificó al MTC el pasado 7 de marzo.
Cinco de los ocho nuevos trenes pasaron las pruebas operativas y ya fueron certificados, pero hasta el momento no se ha firmado la adenda que dé luz verde a su servicio comercial.
Así las cosas, los más perjudicados son los más de 90 mil pasajeros que deben soportar las largas colas en las estaciones, esperar que aparezca un tren cada 15 minutos y viajar en vagones repletos con tal de llegar a tiempo a sus destinos.