Los buses troncales del Metropolitano seguirán movilizándose vacíos por un tiempo indefinido entre la estación Naranjal, en Independencia, y el Patio Norte, en Comas. Esto debido a que las obras de ampliación en ese tramo de 7,5 kilómetros están paralizadas.
En febrero pasado, durante la campaña por la revocación de la alcaldesa Susana Villarán, altos directivos de Pro Transporte anunciaron que la ampliación del tramo norte estaría lista en julio. Ello iba a permitir captar a 30 mil pasajeros adicionales.
La entrega de la obra, sin embargo, lleva varios meses de retraso. Pro Transporte apenas ha armado una de las cuatro estaciones desmontables que se había previsto instalar en las intersecciones de la vía Universitaria con las avenidas México, De la Fuente, Belaunde y Los Incas.
A un costado del parque Sinchi Roca, en la Av. Los Incas, se observa un armatoste de metal. Allí no hay obreros trabajando y menos pasajeros esperando el bus. La estructura ha quedado olvidada bajo montículos de tierra, polvo y bolsas de basura.
NO HAY ACUERDO Ítalo Fernández, gerente de Pro Transporte, entidad responsable de los trabajos, explica el retraso. “En una reunión del consorcio coordinador, realizada en mayo, los operadores se negaron a que se les programe los kilómetros desde Sinchi Roca hasta Naranjal”, dijo sin explicar la razón del desacuerdo.
El gerente de la empresa Lima Bus Internacional, José Luis Díaz, confirmó esa versión. No obstante, dio a conocer los motivos para rechazar la propuesta. “Pensamos que se iban a contabilizar los kilómetros recorridos por toda la flota, pero Pro Transporte ofreció programar solo el 10% de los buses. El 90% restante seguiría recorriendo los 7 kilómetros sin pasajeros”, dijo.
Fernández agregó que para retomar los trabajos, Pro Transporte debe tener la certeza de que los operadores aceptarán las condiciones. Afirmó que se mantienen las coordinaciones con los concesionarios para solucionar esa discrepancia.
No obstante, Díaz aseguró que desde hace dos meses y medio no se discute el tema: “Ni una llamada telefónica hemos recibido”. Mientras no se habilite ese tramo pendiente, cuyas obras se valorizaron en un millón de soles, las pérdidas en el sistema continuarán, pues los buses seguirán desperdiciando combustible en 7,5 kilómetros y no se podrá descongestionar la estación Naranjal en horas punta.