DARWIN CRUZ FIESTAS
La próxima construcción de un túnel en la avenida Gambetta –valuado en más de US$300 millones–, para solucionar la superposición de esta con la segunda pista de aterrizaje del aeropuerto Jorge Chávez, es una muestra palpable de cuán desarticulado se encuentra el planeamiento y ejecución de obras de infraestructura de transporte no solo en Lima y Callao, sino en el país.
Esto, como es obvio, genera sobrecostos logísticos –los cuales superan el 30%– que pueden desalentar la inversión. A esto se suma la pérdida de horas hombre. Se estima que solo en Lima y Callao un ciudadano cualquiera pierde 8 años de su vida al movilizarse de un lado a otro de la ciudad. Esto en dinero equivale más o menos, de acuerdo con el Banco Mundial, a pérdidas por US$500 millones al año.
En ese sentido es válido preguntarse si es que en Lima y Callao podría funcionar la fórmula que le ha servido a Chile, México, el Reino Unido y otros países para ordenar su sistema de transporte: una autoridad autónoma que planifique, priorice y gestione los proyectos a ejecutarse.
¿EXISTIR O NO EXISTIR? Hay voces que rechazan la idea de que Lima y Callao tengan una autoridad autónoma de transportes, pero hay otros que afirman que es la solución al caos reinante en una ciudad que concentra a un tercio de la población y el 60% del PBI industrial nacional.
Entre los primeros se encuentra Gustavo Guerra García, presidente del directorio de Pro Transporte de la Municipalidad de Lima, dice que por ahora no es necesaria una autoridad autónoma, porque “vivimos un momento histórico en Lima: las coordinaciones para el planeamiento urbano y de transportes de la ciudad con el Ministerio de Transportes, el Callao y otras entidades están mejor que nunca”, afirma.
También explica que en el mundo la gestión de transporte ha funcionado mejor cuando ha sido manejada por los gobiernos locales y no tanto por los nacionales.
Es cierto que esta coordinación permite que en estos momentos se tengan proyectos que prometen aliviar el caos reinante en la capital –como el anillo vial periférico, la vía periurbana, la avenida costanera, el metro de Lima, entre otros–, pero también es cierto que los beneficios pueden llegar con décadas de retraso, porque no hay planificación del desarrollo vial y urbano de la capital. Por ende, no hay una priorización clara de los proyectos, e incluso hay superposición de obras, como lo sucedido con la línea 2 del Metropolitano y la línea 2 del tren eléctrico.
Miguel Gonzales, asesor de la gerencia de Transporte Urbano de la Municipalidad del Callao, concuerda con Guerra García y añade que no es factible crear una autoridad autónoma porque sería inconstitucional e iría contra la Ley de Municipalidades.
Le hicimos esta misma pregunta al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), pero hasta el cierre de esta edición no obtuvimos respuesta.
GASTO EN VANO Juan Tapia, presidente de la consultora Cidatt, se muestra contrario a los representantes de las municipalidades de Lima y Callao y afirma que sí es necesario contar con una autoridad autónoma de transporte, para evitar el gasto en vano de los escasos recursos con los que se cuenta y que los beneficios se concreten. A esto se suma el hecho de que si bien el Callao tiene autonomía política, no hay una frontera física que lo separe de Lima. Esto en la práctica nos convierte en una sola ciudad.
Tapia asegura que si bien es necesario modificar la ley –lo que requeriría la aprobación del Congreso en dos legislaturas– para que esta autoridad exista,podríamos tener mientras tanto un consejo nacional que avance con la tarea y que priorice a Lima y Callao. Esta autoridad, según Juan Carlos Zevallos, ex presidente de Ositrán, debe de ser autónoma y multisectorial. Juan Tapia, coincide con ello y agrega que debe involucrar a la Municipalidad Provincial del Callao, la Municipalidad Metropolitana de Lima, el Gobierno Regional del Callao, el Ministerio de Transportes, así como al Ministerio de Economía para asegurar el dinero y ejecutar los proyectos.
Julio Echazú, del Gobierno Regional del Callao, concuerda con Tapia en la creación de esta autoridad, porque hay vías conjuntas como el anillo vial periférico y la ampliación de la avenida Canta Callao que deben desarrollarse. Sin embargo, considera que solo deben participar las municipalidades de Lima y Callao.
LAS FUNCIONES Imaginemos que se ha creado esta autoridad, ¿qué funciones específicas debe cumplir? Juan Carlos Zevallos señala que la autoridad autónoma de transporte debe ser la encargada de planificar el desarrollo de infraestructura y Pro Inversión u otro organismo, del proceso de promoción y licitación de los proyectos.
Juan Tapia agrega que también podríamos seguir el modelo chileno en el cual la Secretaría de Planificación de Transporte (Sectra) se encarga del proceso de planificar el sistema de transporte urbano de las ciudades y asesora a las autoridades nacionales y regionales en la decisión y gestión de la inversión de los proyectos que este proceso genera.
Otro modelo que se debe de mirar es el británico. Londres tiene un organismo llamado Transport for London, el cual se encarga de la gestión del metro y entre sus funciones está comprar nuevos trenes y darles mantenimiento. Además de ello, el Reino Unido tiene el Highways Agency, que se encarga no solo de planificar, sino de invertir en carreteras y luego pasa por la auditoría de la contraloría.
¿Estos modelos se pueden importar? Miguel Gonzales, de la Municipalidad del Callao, dice que no, porque se trata de realidades distintas y que basta con establecer mayores coordinaciones entre Lima y Callao para llegar a acuerdos que beneficien al transporte.
La posición de los gobiernos locales es entendible, porque –no olvidemos– estas obras traen consigo muchos réditos políticos. “En el Perú funciona la lógica te doy los recursos siempre y cuando la obra la haga yo. Eso genera enfrentamientos”, dice Tapia.
Para evitarlos es que se plantea esta entidad técnica de planificación, pero además Juan Carlos Zevallos dice que Lima ya necesita un ente regulador de la infraestructura de transportes. Con el crecimiento que experimenta Lima, el cual no se va a detener, es recomendable tener una entidad técnica que se encargue de planificar y priorizar los diversos proyectos de transporte que hay en la ciudad, de tal modo que los pocos recursos que posee sean utilizados de una manera óptima.