Aproximadamente 120 personas que pernoctaban en carpas en los alrededores del Estadio Nacional fueron desalojadas de forma pacífica por un grupo de policías y Serenazgo.
El desalojo se produjo tras la queja de varios vecinos quienes denunciaron que los supuestos hinchas orinaban en la vía pública, bebían alcohol durante la madrugada, hacían bulla y dejaban las calles sucias.
Desde la madrugada del miércoles un grupo de personas, que en muchos casos son revendedores, acamparon en los alrededores del estadio, incluso llevando niños con ellos.
Según informó Roger Fernández, redactor de El Comercio, fueron aproximadamente 20 policías y 30 serenos los que sacaron a la gente de las aceras. La acción conjunta se realizó de manera pacífica.
En la previa, la Municipalidad de Lima recordó que según la Ordenanza 1718, las personas que permanezcan y obstruyan la vía pública e impidan el libre tránsito recibirán una sanción de 900 soles.
El gerente de Fiscalización del concejo capitalino, Álvaro Anicama, indicó que “la acción de la comuna busca disuadir a estas personas a que desalojen el lugar. De no ser así, se intervendrá con la Policía Nacional”.
En la mañana se anunció que las localidades ya no se venderán en el Estadio Nacional.