JOSÉ ROSALES VARGAS

Ica. “Todo está listo y preparado para convertir a Hualcará en una ciudad moderna y ejemplar, que servirá de plan piloto para demostrar que sí se puede hacer la reconstrucción del sur, sin demandar mucho tiempo”, dijo el 7 de octubre del 2007 el entonces presidente Alan García cuando visitó este emblemático centro poblado de Cañete, cuna del recordado Lolo Fernández y donde 212 casas quedaron destruidas por el terremoto de ese año.

Sin embargo, en Hualcará aún hay 90 familias que viven entre esteras y plásticos. Y esta situación no es muy diferente a la que vive el resto de Cañete. “En Cañete, la reconstrucción de viviendas durante estos dos gobiernos ha sido lenta e insuficiente. De las 7.970 casas destruidas se ha reconstruido casi el 80% (6.376), pero de estas estimamos que el 60% (3.825) han sido levantadas por los propios damnificados a través de préstamos personales ante el escaso apoyo gubernamental. El 40% restante (2.550) construyó en los últimos seis años, con apoyo de los distintos programas de vivienda”, dice Alberto Neyra Bolívar, presidente de la Asociación de Damnificados 15 de Agosto de Cañete.

Así, entre los damnificados de Cañete, Pisco, Chincha e Ica, suman unas 14.000 las familias que aún duermen en carpas, esteras y plásticos.

EL TERRENO ABANDONADO El 9 de febrero del 2012 el presidente Ollanta Humala visitó Pisco y aseguró que se convertiría en dos años en un modelo de reconstrucción con la creación de la nueva ciudad satélite de Pachacútec.

Según el presidente Humala, en el terreno destinado, en el distrito de Túpac Amaru Inca, se podrían construir al menos diez mil viviendas para igual número de damnificados del terremoto del 2007.

El compromiso presidencial generó la expectativa de unas cinco mil familias damnificadas que, se calcula, aún existen en Pisco. El Comercio llegó hasta ese extenso arenal en Las Dunas de Villa y constató que el ambicioso proyecto está abandonado. Los terrenos eriazos que colindan con esta inexistente ciudadela son habilitados para fines agrícolas aprovechando la vía carrozable que personal del Ejército construyó hace algunos meses.

“Han transcurrido 18 meses del anuncio que hizo el presidente y no se ha concretado el proyecto. Una vez más, las autoridades se han burlado de los damnificados de Pisco, que seguimos viviendo entre esteras, plásticos y carpas”, dice Ezequiel Herrera Bendezú, uno de los damnificados que viven desde hace casi seis años en precarias condiciones en el asentamiento humano Las Dunas de Villa, donde fueron reubicados días después del terremoto.

El presidente de la Coordinadora Provincial de la Sociedad Civil de Pisco, Catalino García Briones, confirmó que durante el último año y, pese a los ofrecimientos del presidente Humala y el ministro de Vivienda, René Cornejo, no ha diseñado ningún plan de construcción de viviendas para las casi 5.000 familias damnificadas que, se estima, hay en esta provincia.

HACE SEIS AÑOS TERREMOTO El sismo de 7,9 grados de magnitud en la escala de Richter sacudió, a las 6:45 de la tarde del 15 de agosto del 2007, las provincias de Ica, Pisco y Chincha (Ica), Cañete y Yauyos (Lima), Huaytará y Castrovirreyna (Huancavelica).

PRIMER BALANCE El violento sismo dejó 596 muertos, 1.268 personas heridas, 320 mil damnificados y otras 400 mil personas afectadas, además de 76 mil viviendas destruidas.

INICIO DE RECONSTRUCCIÓN Tras la confusión de los primeros días, se inició lentamente el proceso de reconstrucción. Este abarcó la atención de la emergencia, la reubicación de las 76 mil familias damnificadas y el recojo de escombros.