NELLY LUNA AMANCIO

Los 15 hombres de mediana edad no llevan ropa, tienen los rostros pintados y lanzas en las manos. Gritan y hablan entre ellos. Juntan plátanos verdes en una canasta elaborada de hojas. Reposan y se lavan sobre una de las mansas playas que se forman por estas fechas sin lluvias en la quebrada del río Las Piedras, en la selva de Madre de Dios. Solo hay hombres porque las mujeres, los niños y ancianos se encuentran protegidos del contacto, dentro del bosque.

Las imágenes –a las que tuvo acceso El Comercio y las difunde ahora en su página web– fueron grabadas por un poblador de la zona el 24 de junio, cuando este grupo llegó al territorio de la comunidad nativa Monte Salvado para buscar alimentos. Ese día, y los siguientes, un total de 100 indígenas en aislamiento voluntario de la etnia mashco piros abandonó el monte e ingresó a las tierras de la comunidad para llevarse plátanos, yucas, animales y sogas.

“Los mashco piros decidieron aislarse para huir de la violenta explotación del caucho. Desde entonces evitan todo contacto”, explica la antropóloga experta en pueblos en aislamiento, Beatriz Huertas. La especialista asegura que por esta temporada “ellos bajan a las playas de los ríos para buscar huevos de tortuga y pescar”. Estas salidas, sin embargo, se han incrementado últimamente.

César Yojajé, responsable del programa de pueblos en aislamiento voluntario de la Federación de Comunidades Nativas de Madre de Dios, cree que la construcción de la carretera Puerto Esperanza-Iñapari, así como las actividades ilegales como la minería, la tala y el narcotráfico (que ha incluido sus rutas en esta zona), están empujando a estos pueblos a modificar su tránsito habitual”.

Los habitantes de Monte Salvado tuvieron que abandonar sus casas asustados por la irrupción de este grupo indígena. Recién el 1 de julio lograron regresar a sus casas. Unos días después, el 18 de julio, otro grupo de mashco piros volvió a irrumpir, esta vez, en la comunidad de Puerto Nuevo, también en el río Las Piedras. Este grupo se desplaza entre los parques nacionales del Manu y Alto Purús, y la reserva territorial de Madre de Dios.