Pese a que la campaa electoral sigue tan fra como las aguas de la Costa Verde, el da del sufragio ya asoma. Estamos cerca del 5 de octubre, a 19 das, menos de tres semanas, y los limeos deberamos mandar un mensaje a los que nos quieren gobernar. El aviso deber ser simple, no violento y til: dejar el carro en casa o ahorrarse un sol e ir en bicicleta a votar. Es ms simblico de lo que se piensa.
No importa en cuntas elecciones hayas participado. Aparte de que el mal menor resulte casi siempre victorioso, otra costumbre es aceptada con absurda resignacin por los ciudadanos: el caos alrededor de centros de votacin. Los conductores y sus carros, los principales culpables.
Si es difcil evocarlo, refresquemos la memoria: calles con una congestin vial propia de las peores horas punta, las pistas con un carril ocupado por los autos (mal) estacionados, los espontneos cuidadores de vehculos que se pelean por obtener clientes (y que no te garantizan librarte de algn robo al paso!). Es decir, algunos de los problemas de la ciudad, agrupados alrededor del lugar donde se decidir quin va a gobernar tu distrito y tu ciudad. Una suerte de lista de lo que debe desaparecer para hacer de este un lugar ms vivible. Es eso, acaso, pedir mucho?
En una columna anterior mencionaba lo frustrante y peligroso que es Lima para quienes quieren movilizarse a punta de pedaleo. Ciclovas dispersas, improvisadas, dispuestas sin ningn criterio tcnico, hechas porque lo dicta la moda. Los perjudicados de este reflejo de nuestras gestiones distritales no son solo los ciclistas, sino tambin los que optan por andar a pie, en bus o en cualquier otro vehculo de su preferencia.
As, ir a votar en bicicleta mandar varios mensajes a los afortunados ganadores: metropolitano y distritales. Primero, que nuestra Lima tiene un potencial para incorporar la bicicleta como una verdadera alternativa de transporte.
Tambin ser una seal evidente de que muchos limeos estamos interesados en el tema. Si demostramos la necesidad y el gusto masivos por la bicicleta como opcin de transporte, los alcaldes van a querer satisfacerlo. Tal vez as aparezcan en los prximos aos ciclovas decentes y, sigamos soando, un sistema interconectado en lugar de pequeos tramos salpicados en toda Lima y Callao. Al menos que las que existan sea transitables y no un espacio para que los autos se estacionen o para que sirvan de botadero de basura.
El principal problema sera dnde estacionar las bicicletas. Salvo excepciones, siempre hay un espacio para encadenarlas, una reja o un poste si es que no existe un espacio exclusivo para ello. En donde no haya, los 19 das que faltan seran suficientes para que se habilite algn espacio para ubicarlas mientras se va a votar.
Protestas pacficas y simblicas, hay muchas. El fin de semana reciente, en Ro de Janeiro, una mujer opt por sembrar un rbol en los huecos de las pistas, por ejemplo. Al parecer, ser una ciudad al pie del mar no es lo nico que nos hermana con la ciudad brasilea. Recordemos, tambin, el lavado de la bandera en pocas del ocaso del gobierno fujimorista. En ambas experiencias se busc llamar la atencin sobre un problema. Lo de ir a votar en bici buscara eso. Quin se anima?